(ACI Prensa/InfoCatólica) «La laicidad parece entenderse en el sentido de única dirección, la que propone la hegemonía cultural en la que nos encontramos. Donde nombrar a Dios o donde se haya visto (...) una imagen de la Virgen María en un liceo es una situación que resquebraja el edificio de la laicidad uruguaya. Esto está llegando al ridículo», lamentó.
A principios de julio el Liceo Nº 1 de Salto recibió una denuncia de «violación a la laicidad» luego de que un grupo de madres impartiera en el mes de junio una supuesta jornada de capacitación en «contra del aborto» para alumnos de quinto y sexto de secundaria.
La denuncia presentada por la diputada Manuela Mutti (Movimiento de Participación Popular) señala que las apoderadas se presentaron como «comprometidas en la lucha contra el aborto», hablaron en contra de los anticonceptivos y entregaron folletos religiosos, según indica el periódico La Diaria.
La directora del establecimiento fue separada de sus funciones mientras dure la investigación, decisión que provocó el rechazo de exalumnos quienes en un comunicado expresaron su apoyo a la autoridad educativa.
Tras la acusación, el grupo de madres aludidas aclaró que la información «se ha tergiversado», ya que el tema central del taller «fue la responsabilidad en el uso de la sexualidad».
El Cardenal Sturla se refirió a esta polémica en su espacio editorial «El Aporte de la Iglesia de Montevideo, de la Radio Oriental.
Señaló que se quiere imponer una hegemonía cultural que pretende transformar el aborto en un derecho, «incluso se habla de la agenda de derechos, cambiando totalmente el sentido de la ley».
Esto, sin querer polemizar con «la tragedia que supone el aborto» para aquellas personas que lo realizan, sino en referencia a la transformación «de lo que es una tolerancia en lo que se quiere hacer pasar como un derecho».
El arzobispo de Montevideo recordó las palabras el Obispo de Canelones, Mons. Alberto Sanguinetti, y afirmó que «según la ley de educación la enseñanza pública está abierta a todas las ideas y creencias».
El cardenal Sturla recomendó «poner las cosas sobre la mesa, de forma desapasionada pero sin tergiversar la verdad de los hechos en este Uruguay laico y plural, donde parece que lo único que está condenado al ostracismo, lo único que no puede entrar dentro de lo plural, es una visión humanista y abierta».
El purpurado pidió que se pueda defender «una postura de libertad donde puede caber la defensa de la vidahumana desde su concepción».
Por su parte, el Obispo de Minas, Mons. Jaime Fuentes, también se refirió a la polémica y señaló en su blog que «está pasando lo mismo que en otros países del mundo, en los que se verifica una embestida contra la familia y contra la Iglesia, porque enseña y defiende el matrimonio, tal y como ha sido querido por Dios desde la creación del mundo».