(Agencias) El cardenal presidió una Misa de acción de gracias concelebrada con otros obispos y sacerdotes en la catedral metropolitana de la capital de El Salvador, en la que estuvieron presentes el presidente de la República Salvador Sánchez Cerén y su esposa, así como los presidentes de la Asamblea Legislativa y de la Corte Suprema de Justicia, al igual que diputados, funcionarios del gobierno y el alto mando de la fuerza armada.
Durante la homilía, Rosa Chávez confesó que cuando conoció su nombramiento «yo estaba listo para presentar mi carta de renuncia al papa Francisco el próximo 3 de septiembre» y estaba haciendo planes para continuar en la parroquia San Francisco y asistir a sus hermanos sacerdotes, «estar con los pobres».
El purpurado aseguró que ahora como cardenal seguirá en el país: «Sigo siendo obispo auxiliar, colaborador de nuestro arzobispo José Luis Escobar Alas; sigo siendo el menor de mis hermanos obispos» de El Salvador.
Sin embargo, indicó que ahora será un colaborador estrecho del pontífice, con la posibilidad de darle su opinión sobre distintos temas, y adelantó que ya tiene «la primera invitación para ir a Seúl, para ver cómo lograr la paz entre Corea del Norte y Corea del Sur».