(Gaudium Press/InfoCatólica) La Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN) publicó un homenaje del fallecido Cardenal Joachim Meisner, Arzobispo emérito de Colonia, Alemania, quien fuera en los inicios de AIN una de las figuras clave para brindar apoyo a la Iglesia perseguida bajo el régimen de la Unión Soviética.
«Hemos perdido un abogado en la tierra, pero hemos ganado uno en el Cielo», declaró la organización, que destacó la amistad del purpurado con el fundador de AIN, el P. Werenfried van Straaten. «Para ambos, la preocupación por la Iglesia oprimida y sufriente detrás de la Cortina de Hierro y en el mundo era un asunto del corazón».
El Card. Meisner supo por primera vez del P. van Straaten cuando tenía 14 años. En ese entonces el sacerdote holandés trabajaba para ayudar a los alemanes necesitados - anteriores enemigos de su país - en momentos en que las heridas de la guerra no habían sanado aún. Su admiración por este gesto le llevó a conservar una foto del sacerdote junto a las de los Obispos Alojzije Stepinac y József Mindszenty, ambos mártires de la persecución comunista.
El joven Meisner se convirtió en sacerdote y más adelante en Obispo, y tuvo que servir a la Iglesia bajo la opresión de la Unión Soviética. Desde este lugar coordinó con el P. van Straaten acciones de ayuda a la Iglesia que tenían que ser a la vez efectivas y completamente discretas. Sobre las características de la acción de AIN y su historia, el Card. Meisner indicó: «AIN no debe ser primero contada entre las grandes caridades de la Iglesia Católica en Europa, sino que más bien pertenece entre los movimientos espirituales que emergieron en la Iglesia tras el desastre de la Segunda Guerra Mundial».
Cuando cayó el Muro de Berlín, el Card Meisner ya había sido nombrado Arzobispo de Colonia y dedicó su apostolado a enfrentar los retos del alejamiento de Dios, el relativismo moral y el materialismo. En su última visita a AIN en 2016, el purpurado habló del significado de las apariciones de Fátima y la caída del Muro de Berlín. Muchos de los fieles esperan que el hecho de su muerte en el año del Centenario de Fátima marque el cumplimiento personal de la promesa en la cual creyó durante su vida», afirmó la organización.
El arzobispo emérito de Colonia, cardenal Joachim Meisner, también fue uno de los cuatro cardenales que elevó una dubia al Papa Francisco, para que aclarara de forma oficial y magisterial distintas dudas sobre distintas interpretaciones que se han dado a la exhortación apostólcia Amoris Laetitia, pero falleció sin haber recibido respuesta a su petición.