(Gaudium Press) Un estudio recientemente divulgado por el diario inglés The Telegraph evaluó la participación de jóvenes en las prácticas religiosas e identificó un elemento que podría ser sorpresivo si se confía demasiado en los estereotipos de la población infantil: la eficacia de la arquitectura sacra para inspirar conversiones.
El estudio sugiere que «los nuevos métodos en los que invierte la Iglesia, como los grupos de jóvenes... son menos efectivos que orar o visitar un templo a la hora de atraer a los menores a la Iglesia», destacó el medio de comunicación.
Las conclusiones ubicaron el contacto con un templo en una posición más alta de eficacia que la asistencia a un grupo juvenil, la asistencia a un evento familiar religioso como las bodas o el diálogo sobre la fe con otros creyentes. Con una influencia en el 13 por ciento de las conversiones juveniles, la visita a templos y catedrales se ubica por debajo de la asistencia a una escuela religiosa (17%) y una experiencia espiritual personal (14%).
Las cifras inglesas concuerdan con la tradición católica de la arquitectura sacra y su potente valor catequético. Comentando sobre la belleza del templo de la Universidad de Santo Tomás de Aquino en Estados Unidos, el arquitecto Kevin Clark comentó a la publicación Adoremus: «Es sorprendente ver a católicos y no católicos participar en la belleza física del edificio. Es parte de su conversación, es una intriga». Esta curiosidad estética atrae a los jóvenes y los prepara a un contacto más profundo con el mensaje católico.
«Los estudiantes tienen sed de belleza, un estudio reciente dice que la belleza es una de las razones más significativas por las que la gente viene y se queda en la fe católica», afirmó la Universidad de San pablo en Madison, Estados Unidos, en la presentación del proyecto de construcción de su capilla. «La edificación necesita ser grande, hermosa y lo suficientemente visible para que los estudiantes la noten». La institución desean reemplazar la edificación actual de concreto en parte porque los estudiantes no la reconocen como templo y desea hacer un énfasis más claro en su identidad católica.
Mientras que la «Vía de la Belleza» continúa siendo un paso previo que requiere ser seguido por un encuentro auténtico con Dios, su implementación contribuye de forma notable a la Evangelización, como lo reconoce el Pontificio Consejo para la Cultura en el documento «La Via Pulchritudinis»: «La capacidad comunicativa del arte sacro lo muestra capaz de romper barreras, filtrar los prejuicios y tocar el corazón de las personas de diferentes culturas y religiones, permitiéndoles percibir la universalidad del mensaje de Cristo y su Evangelio».