(ACI Prensa) Como indica la Coalición para la Prevención de la Eutanasia, el estudio que abarca el período 2010-2015, contabilizó 7.254 suicidios asistidos de las cuales 431 fueron por «terminación de la vida sin petición».
El resultado indicó que hubo un aumento de más de 100 fallecidos por eutanasia no consentida, comparado al estudio anterior (2010) donde la cifra fue de 310.
La plataforma provida estadounidense Live Action denunció que en Holanda este caso solo representa uno de una «larga serie de inquietantes informes».
«Allí (Holanda), por lo menos una persona cada semana recibe la eutanasia por enfermedad mental, lo que no es asombraso, porque 1 de cada 3 doctores holandeses dijeron estar dispuestos a aplicar la eutanasia a enfermos mentales», explica la plataforma.
En ese sentido, hay personas que han recibido la eutanasia por ser autistas, adictos o víctimas de abuso sexual.
Entre los casos de eutanasia no consentida, en febrero de 2017 una médico decidió aplicar la eutanasia a una anciana de unos 70 años, diagnosticada con demencia y que no estaba en capacidad de expresarse claramente.
Otro caso reciente ocurrió en diciembre de 2016, cuando se le aplicó la eutanasia a un padre de familia alcohólico de 41 años, quien obtuvo la autorización solo con el argumento de que consideraba su vida como algo insoportable.
«Esto es lo que lleva a la legalización del suicidio asistido, una y otra vez. El gobierno canadiense, por ejemplo, está iniciando un estudio formal para considerar permitir el suicidio asistido para ‘solicitudes hechas por individuos con enfermedad mental como su única condición subyacente’; y Bélgica aprobó recientemente la eutanasia para niños», indicó Live Action.
En Estados Unidos, por ejemplo, las compañías de seguros han empezado a negar tratamientos para salvar vidas, debido a que los medicamentos para el suicidio asistido representan menor costo.
Tal es el caso de dos pacientes a los que se les negó, en junio de 2017, el traslado a otros hospitales. Luego, se le preguntó a su médico, el especialista en medicina interna, Dr. Brian Callister, si ya les había ofrecido a sus pacientes el suicidio asistido.