(InfoCatólica) El Secretario del Pontificio Consejo para la Promoción de Unidad de los Cristianos, Mons. Brian Farrell, entrevistado por Philippa Hitchen, habla sobre el gran significado de este evento:
«En el momento de la Reforma, en el Siglo XVI, un punto fundamental de controversia fue el tema de la Justificación, es decir cómo se vuelve efectiva en el pecador la gracia de Cristo, la salvación. Entonces, en el diálogo ecuménico nos dimos cuenta, en primer lugar los católicos y los luteranos, que en el fondo tenemos la misma visión de esta doctrina. Ello permitió la firma de la Declaración conjunta sobre la Justificación en 1999: Luego, en 2006, la Iglesia metodista se asoció a esta doctrina. Y ahora hace lo mismo toda la Comunión de las Iglesias Reformadas. Esto quiere decir prácticamente que la Iglesia católica y todas las Iglesias históricas protestantes tienen la misma visión teológica de cómo se hace real la salvación. Y, por lo tanto, tenemos una base común para una gran colaboración, no sólo espiritual, sino también eclesial: es decir que ahora las Iglesias tienen una base para poder colaborar más intensamente».
Lo cierto es que la Declaración conjunto católico-luterana sobre la justificación fue rechazada por centenares de teólogos luteranos, así como por la Iglesia evangélica de Dinamarca (estatal, igualmente luterana), porque consideraban que no es conforme a la doctrina de Lutero sobre la justificación a la vez que no se separa de la doctrina católica proclamada por el Concilio de Trento.
Es previsible que ocurra lo mismo con teólogos y comunidades eclesiales reformadas, que son remisas a cualquier avance ecuménico con la Iglesia Católica