(CNA/InfoCatólica) El Obispo David Tencer de la ciudad de Reykjavik consagró la semana pasada un nuevo templo de madera obsequiado a la Iglesia Católica Eslovaca.
La iglesia es un homenaje al Obispo Tencer, un franciscano capuchino y un nativo de Eslovaquia.
El primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, y otros dos miembros del gobierno de Eslovaquia asistieron a la consagración del 17 de junio de la iglesia en Reyðarfjörður, a más de 400 millas al noreste de Reykjavik, capital de Islandia.
La construcción
Debido a que la madera es escasa en el país volcánico y rocoso de Islandia, la iglesia fue hecha de madera eslovaca para luego ser desmontada y enviada a Islandia para el reensamblaje.
«No encontrarás una sola casa o iglesia de este tipo en Islandia», explicó el Obispo.
La iglesia tiene la forma de un Crucifijo de San Damián, un icono de estilo oriental llamado a veces crucifijo franciscano, porque San Francisco de Asís rezaba ante una cruz de este estilo cuando recibió el llamado de Dios para reconstruir la Iglesia.
Fuentes islandesas informan que la nueva iglesia duplica la capacidad de la anterior capilla de los frailes capuchinos de 25 a 50, permitiéndoles acoger al creciente número de personas que vienen de todas las regiones del país para asistir a la misa con los frailes.
Breve situación de la Iglesia Católica en Islandia
La población de Islandia es en su mayoría luterana, y los 13.000 católicos del país constituyen sslo el 3-4% de la población de 350.000 habitantes del país. Gran parte de la población católica de Islandia son inmigrantes polacos que se trasladaron al país para trabajar.
La mayoría de los sacerdotes del país también provienen de otros lugares, incluyendo Polonia, Eslovaquia, Irlanda, Francia, Argentina, Gran Bretaña y Alemania. Las órdenes de religiosas con presencia en el país son las Siervas del Señor y la Virgen de Matará, las Hermanas mexicanas de Guadalajara, las Misioneras de la Caridad y dos órdenes carmelitas.
El país está dividido en seis parroquias, y la única diócesis de Reykjavik está inmediatamente sujeta a la Santa Sede.
Pero el pequeño tamaño de la Iglesia en Islandia es parte de su encanto, dijo el Obispo Tencer a The Spectator, porque gracias a eso conoce: «a muchos de sus miembros en persona».
Un pasado de fidelidad y martirio
También es el resultado de una turbulenta historia del catolicismo en el país , que fue casi borrada de la isla durante la Reforma protestante luego del intransigente gobierno de un rey danés en el siglo XVI. El obispo Jon Arason, último obispo católico de la isla hasta 1929, fue martirizado en el año 1550 por su negativa a hacerse protestante.
El primer ministro eslovaco dijo que estaba feliz de ser parte del proyecto de proporcionar un edificio a la Iglesia Católica de Islandia, una iniciativa de la Iglesia en Eslovaquia, porque rindió homenaje al servicio que los eslovacos están haciendo en Islandia.
«Por lo tanto, estoy feliz de que ahora tengan una pieza de Eslovaquia junto con un obispo que también es de Eslovaquia, porque ahora están representando a nuestro país en Islandia», dijo a los medios de comunicación eslovacos.