(La Gaceta) En declaraciones a la COPE, la religiosa ha explicado los detalles de la agresión:
«Cuando regresaba de dejar a los niños de la escuela hogar que tenemos en el colegio vi a un chico que venía de frente. Me eché hacia un lado y es cuando sentí el golpe de frente y me dijo ‘esto por ser monja'».
La hermana ha contado que el puñetazo le ha roto la nariz y que debido al impacto tiene la cara hinchada. «Tengo muchísimo dolor», ha lamentado la monja al tiempo que ha denunciado que se tengan que vivir situaciones violentas porque «nosotras vivimos desde el respeto».
Asimismo, la hermana ha destacado que no iba vestida con el hábito, aunque sí llevaba la medalla, y apunta que el agresor «nos vería llevar y traer a los niños y sería de la zona».
La monja ha descrito al agresor como «un joven de unos 25 años, de estatura mediana, complexión fuerte, melena rizada, piel morena y con cicatrices en brazos y piernas».