(InfoCatólica) Comunicado de Lumen Dei.
El pasado sábado 20 de mayo el digital OkDiario publicaba una noticia (no firmada, pero que citaba a la Agencia Efe), según la cual El Papa pide al arzobispo de Oviedo que responda a la "catarata de acusaciones" contra él. Ese mismo día Religión Digital (esta vez la noticia sí iba firmada por un periodista llamado Jesús Bastante, el cual también aludía a la Agencia Efe) publicaba la misma noticia con tintes aun más amarillos: Roma exige (sic) a Sanz que informe ante "la catarata de acusaciones" sobre la gestión irregular del patrimonio de Lumen Dei.
Nos vemos obligados, pues, una vez más, a desmentir las citadas noticias, que infringen los más elementales normas de deontología periodística. No sólo por su evidente falta de veracidad, sino por lo que tienen de indudable manipulación de un documento de la Santa Sede (que obviamente no publican) que dice justo lo contrario de lo que enuncian dichos titulares. Y lo que es aun más llamativo, recoge, en un alarde de "parcialidad" periodística, las tesis de un escrito de la letrada de las ex-miembros de Lumen Dei que han sembrado de denuncias, querellas y demandas diversos juzgados de distintos sitios de España contra nuestro Superior.
Como botón de muestra basta lo que se deduce del subtítulo de la noticia del Sr. Bastante: El arzobispo de Oviedo acudirá el 29 de mayo a los tribunales acusado de diversos delitos. El que lea la noticia luego verá que la comparecencia de Mons. Sanz es para una vista de medidas cautelares, en el Juzgado de Primera Instancia nº 77 de Madrid. Como es público y notorio cualquier ciudadano medianamente informado sabe que estos juzgados conocen asuntos civiles, lo que difícilmente se compagina con lo de "acusado de diversos delitos". El periodista falta, pues, a la verdad. Miente bastante.
En Lumen Dei hemos esperado un poco a publicar esta nota oficial, pues estábamos a la espera de una Resolución de la Santa Sede que ha llegado esta misma semana, y que lleva por fecha 19 de mayo de 2017, un día antes justo de la publicación de las noticias reseñadas, lo que evidencia aún más la manipulación informativa a la que hemos hecho mención.
La Congregación Vaticana para los Institutos de Vida Consagrada (CIVCSVA) da un respaldo terminante y concluyente a Mons. D. Jesús Sanz Montes, a quien reconoce como Superior legítimo de un único Lumen Dei. Desecha, pues, la tesis de la vigencia de una supuesta Pía Unión Lumen Dei de Valencia (que las ex-miembros de Lumen Dei se han inventado para acceder a los tribunales), tal como se deduce de "documentos auténticos", entre los que destaca las Constituciones dadas a Lumen Dei por nuestro fundador, el P. Rodrigo Molina.
La Santa Sede deja clara su facultad de nombrar un Comisario Pontificio para entidades como la nuestra, y expresa su "dolorosa maravilla" por la actitud de resistencia a las legítimas autoridades de la Iglesia de quienes formaron parte de la obra del P. Molina y luego se escindieron de Lumen Dei.
La CIVCSVA reconoce en Mons. Sanz Montes todos los derechos y deberes propios del encargo que se le ha confiado como Superior General de nuestra entidad. Y lamenta profundamente que en estos últimos tiempos se hayan hecho circular noticias "de manejos poco morales", considerando tales insinuaciones "una ofensa a la propia dignidad y honestidad", como también "al propio sentido de responsabilidad por el encargo recibido del Santo Padre". Por nuestra parte, en Lumen Dei, anunciamos que esta misma semana hemos iniciado actuaciones contra los que consideramos responsables penales (presuntos) de las acusaciones injustas que se están vertiendo contra Mons. Sanz y Mons. Yanguas, reservándonos, además, cuantas acciones -civiles o penales- sean necesarias para la restitución del honor y la buena fama de personas honestas y honorables.
Reseñar, por último, la enorme satisfacción que tenemos en Lumen Dei por la publicación de la Comunicación de la CIVCSVA que comentamos, que da un mentís definitivo a "la catarata de acusaciones" que se vierten desde determinados medios sin el más mínimo fundamento. El silencio de la Santa Sede a dichas quejas y reclamaciones infundadas "debería ser interpretado, como verdaderamente es, una respuesta negativa".