(Asia News) En Indonesia, los últimos meses estuvieron caracterizados por polémicas y tensiones, debidas en gran parte a las aspiraciones políticas del islam de los movimientos radicales. El proceso y condena por blasfemia a dos años de cárcel a Basuki «Ahok» Tjahaja Purnama, gobernador cristiano de Yakarta, han dividido al país y a la sociedad indonesia, desde siempre considerada tolerante y pluralista.
Los seguidores de Ahok, símbolo de la buena política y de la lucha contra la corrupción, han organizado manifestaciones pacíficas y marchas de antorchas en todas las ciudades más importantes de Indonesia. Ellos, en nombre del espíritu de unidad que es el fundamento del Estado indonesio, piden la liberación del político y la modificación de la ley sobre la blasfemia, juzgada arbitraria y discriminatoria.
El Card. Darmaatmaja, arzobispo emérito de Yakarta y de Semarang, pronunció una conferencia el 17 de mayo pasado en la facultad de teología de la Catholic University of Sanata Dharma, en Yogyakarta. El purpurado afirmó: «Estamos obligados a perdonar incluso a los grupos radicales e intolerantes». El cardenal reclamó a todos los asistentes presentes, en particular a los cristianos, a asumir comportamientos inclusivos. Citando las Sagradas Escrituras dijo: «El amor a Dios se manifesta a través del amor al prójimo».
Respondiendo a la preocupación y a la llamada del cardenal, el profesor Syafi'I Maarif, ex presidente de Muhammadiyah –la segunda organización musulmana moderada más grande de Indonesia- afirmó que la visión y la opinión del cardenal son «muy islámicas». «Probablemente es un buen musulmán que no fue todavía contaminado por ciertas ambiciones políticas», fue la ocurrencia de Maarif. El estudioso se refería a la situación política en Indonesia, donde algunos grupos musulmanes radicales han publicado comentarios hostiles y realizado gestos de intolerancia contra las minorías religiosas.
El islam violento es sobre todo hijo del Oriente Medio, del cual parten influencias que están afectando también a Indonesia. Según Maarif, los grupos radicales de Oriente Medio surgen como un fenómeno social de aquellos que están satisfechos de la situación actual en aquellos países islámicos cuando son movidos por una agenda política. Los ciudadanos con una buena cultura de base, todavía optan por dejar el país y permanecer en el extranjero.
Maarif aifrmó que en Indonesia está sucediendo algo extraño. Todo lo que se refiere a las naciones islámicas en Oriente Medio es de hecho considerado bueno y santo por algunos componentes de la sociedad. «¿Qué hay qué decir entonces de los sanguinarios actos realizados por Boko Haram y el Isis? Esta crueldad está ‘muy lejos’ de ser el verdadero islam». Lo que sorprende a Maarif es que muchos indonesios hayan llegado incluso a elogiar al Isis.
En los últimos años, explicó, muchos de ellos que en las naciones árabes son socialmente y políticamente marginados por su extremismo, se dirigieron hacia el sudeste asiático. «¡Y los indonesios hasta los han recibido! Esto no tiene sentido», es la amarga sensación del profesor.