(Asia News) Los católicos tamiles se sienten «traicionados y engañados» por todos: Estado, autoridades de la Marina (que expropió sus terrenos) e incluso por la Iglesia local, según ellos «culpable» de no haber hecho lo suficiente para restituir a los desplazados una vida digna. A AsiaNews dicen: «Todavía seguimos evacuados. «¿Acaso esto es justicia?».
El 29 de abril pasado, una delegación de desplazados se encontró con el comandante de la Marina, con algunos políticos tamiles, funcionarios estatales, sacerdotes diocesanos y con el Pbro. Víctor Sosai, vicario general de la diócesis de Mannar. Los evacuados se quejan de que «toda la discusión se realizó en inglés, y por lo tanto, no entendimos nada de lo se dijo. Los sacerdotes tampoco supieron traducir la discusión».
Al finalizar el encuentro, el P. Sosai y el diputado tamil Addikkalanadan fueron a ver a los evacuados y les comunicaron que podrían finalmente reconstruir su pueblo pasados tres días. Mientras tanto, ellos podrían alojarse en las instalaciones de la iglesia Reina del Cielo. Eufóricos por la noticia, los tamiles incluso festejaron con una Misa en acción de gracias. Pero desde aquel momento ya han pasado dos semanas y no ha habido ningún avance al respecto.
La cuestión de los católicos tamiles tiene su origen en 1990, cuando por primera vez la población fue obligada a abandonar el pueblo durante la guerra civil. Sus antepasados se habían establecido en la zona a fines de 1800, viviendo de la agricultura y la pesca artesanal. En el año 2002, con la firma de un acuerdo de paz, gracias a la mediación de Noruega, las personas regresaron a sus pueblos. Pero en el año 2007, al reiniciarse el conflicto, la gente se encontró nuevamente sin nada, evacuada en la jungla y continuamente temiendo por su vida a causa de los elefantes y las serpientes.
En teoría, estas personas debieran figurar entre los primeros grupos de evacuados a raíz del conflicto civil (terminado en 2009, ndr) en gozar de los programas de reinserción promovidos por el gobierno. Pero en la práctica desde hace casi tres décadas que no tienen casa ni un trabajo con el cual sobrevivir.
En el año 2012, gracias a la intervención del Card. Malcom Ranjith, arzobispo de Colombo, que presionaba para alcanzar un acuerdo con Gotabhaya Rakapaksa, entonces secretario de Defensa, se dieron algunos pasos adelante. Luego la respuesta de las autoridades fue rotunda: «No podéis volver a vuestras casas».
Ahora los tamiles católicos decidieron que no quieren soportar más esta situación y que no desistirán en su protesta hasta tanto «no se nos restituya nuestro pueblo». Además, denuncian la circulación de noticias falsas, según las cuales tras el encuentro del 29 de abril, la Marina les habría restituido las tierras. «Es todo falso», comentan con amargura.