(InfoCatólica) La menor, de once años, se quedó embarazada tras ser violada por su padrastro. María Belén Catalano, que ha asegurado que actuó como voluntaria de la ONG católica Grávida y no prestando sus servicios profesionales como psicóloga, convenció a la menor y a su madre de que debía salvarse la vida del bebé no nacido. Desde Grávida se confirmó la versión de Catalano.
El niño nació finalmente y tras ser bautizado –con el nombre de Francisco–, fue dado en adopción.
El Tribunal de Etica del Colegio de Psicólogos ha dictaminado que la actuación de Catalano supuso una continua vulneración de derechos y revictimización, definiendo la conducta de la psicóloga como tortura o trato cruel, inhumano y degradante hacia la niña. La sanción supone la retirada de la matrícula (licencia) durante seis meses.
Según denuncia la Red Federal de Familias argentina el Tribunal sancionador ha despreciado el hecho de «que la decisión de seguir adelante con el embarazo y dar al niño en adopción fue tomada libremente por la niña gestante y su madre», y que «ambas consideraran inocente al niño por nacer, cuya felicidad querían garantizar».
Tampoco le interesó al Tribunal que la denuncia que dio lugar a su intervención «fuera formulada por los desairados psicólogos integrantes del equipo interdisciplinario, precisamente al frustrarse la inducción a decidir el aborto que, siguiendo –esto sí– sus propias convicciones, intentaron provocar en la menor y su familia».