(AhoraInformación/InfoCatólica) Google es una de las multinacionales más comprometidas con el modelo de familia propuesto por la ideología de género. Esta vez con un spot de 30 segundos en el que promociona el estilo de vida homosexual junto a sus productos Google Home y Google Assistant. En el vídeo se muestra una pareja homosexual con hijos en medio del desayuno familiar.
La estrategia publicitaria de Google ha incluido este nuevo modelo familiar para «normalizar las relaciones del mismo sexo utilizando a los niños como instrumentos», tal y como declaró la representante de la asociación REAL Women of Canada, Gwen Landolt, a LifeSiteNews.com.
Este grupo de mujeres canadienses se han aventurado a declarar que Google pretende posicionar a los grupos LGTBI a favor de su compañía.
Los grupos de Ideología de Género no dudan en boicotear a aquellas empresas que no hacen caso de sus peticiones. Esto es parte de lo que han llamado «criadero de perros rabiosos»: lobbies que protegerán la imagen pública de la compañía en diferentes círculos mediáticos.
El estilo de este anuncio es posiblemente la nueva punta de lanza del lobby homosexualista:
- Obligar a la normalización televisiva de parámetros de vida anormales por más de 2 millones de años de existencia del género humano.
- Obligar a los menores a considerar normal estos modelos familiares, abusando de su inocencia psicológica para modificar sus tendencias biológicas naturales.
- Todo desde un punto de vista cotidiano y sin ninguna polémica «innecesaria». No hace falta mostrar a una pareja gay peculiar, sino simplemente a una familia con dos padres en una rutina que podría tener cualquier familia o matrimonio.
Anuncio abusivo
Landolt ha defendido lo más importante: que «los niños necesitan un padre y una madre» por lo que el anuncio es «abusivo». Asimismo, ha constatado que «Google está apoyando una anomalía».
Intento de transformación de la cultura
Proponer patrones de consumo y ejemplos publicitarios homosexuales consolida la transformación de la cultura. El hombre de hoy se mueve por los hábitos comerciales y por el universo imaginativo que han creado los medios de comunicación a lo largo del siglo XX y XXI. Las imágenes y los microrrelatos que encierran este tipo de spots normalizan la homosexualidad e impiden a otras posturas el discutir una tendencia sexual que no tiene ningún apoyo en la historia humana. Al menos se debería poder discutir la conveniencia de enseñar y proponer abiertamente a jóvenes y mayores este modo de vivir la sexualidad. Pero hoy por hoy es imposible. La dictadura de género nos acecha continuamente. La censura en grandes revistas científicas o en medios de comunicación o en universidades (católicas incluso) está a la orden del día.