(Agencias) Durante la misa tradicional en el Palau de la Generalitat con motivo de la Diada de Sant Jordi (San Jorge), Mons. Omella ha pedido al santo que interceda por todos aquellos que tienen responsabilidad pública para que «vivan más en coherencia con lo que son, con lo que configuran sus vidas y con un gran respeto a los demás», y advirtió que «la imposición y la confrontación no es el modelo que enseñan Jesucristo y Sant Jordi».
Durante su sermón, Mons. Omella ha reivindicado la defensa que Sant Jordi hizo de su pueblo «ante las insidias del mal», y le ha pedido al santo que proteja Barcelona, Cataluña y también Aragón, «que tan vinculada ha estado y estará con Cataluña, con quien comparte el mismo patrón».
Entre estas «insidias», el arzobispo ha situado «la falta de respeto a los derechos humanos, el maltrato de los inocentes, la violencia, el terrorismo, la persecución y la creciente desigualdad social». «Nos duele que tantas personas no puedan defenderse ante tanto dolor, rechazo y desprecio, ante tanta barbarie», ha lamentado.
Para promover un clima de paz y «evitar las espirales de violencia», Mons. Omella instó a aprender del mismo San Jordi y de su imagen con la lanza en la mano venciendo al dragón. El arzobispo ha apuntado que esto no significa que «se tenga que ir con la lanza en la mano atacando a los otros, sino que indica la imperiosa necesidad de luchar contra el dragón, que es el diablo, el padre de la división, lo que divide, lo que quiere romper la comunión».
En este sentido, advirtió de que el modelo que enseñan tanto Jesucristo como San Jordi no es el de la «imposición y la confrontación». «Cuando tenemos en cuenta los pobres y los pequeños, cuando construimos puentes para la comunicación y la comunión entre todos, cuando respetamos las personas y las instituciones siguiendo el ejemplo de nuestro patrón, entonces vencemos», ha asegurado.
Presencia de autoridades civiles
Han asistido a la misa el presidente de la Generalidad, Carles Puigdemont, y su esposa, Marcela Topor, así como los consejeros Santi Vila, Neus Munté, Jordi Jané, Meritxell Borràs, Josep Rull, Jordi Baiget, Santi Vila y Toni Comín. Raül Romeva y Dolors Bassa se han añadido con la bendición de las rosas. También han querido estar los expresidentes de la Generalitat José Montilla y Artur Mas; los ex presidentes del Parlament Joan Rigol y Núria de Gispert, y el ex alcalde de Barcelona Xavier Trias.
El delegado del Gobierno en Catalunya, Enric Millo, se ha dirigido a la capilla del Palau acompañado por el presidente del grupo parlamentario de JxSí, Jordi Turull. Entre los asistentes también estaba el secretario general del PPC, Santi Rodríguez; el director de los Mossos, Albert Batlle; el mayor del cuerpo, Josep Lluís Trapero, y el inspector general del ejército. Después de la misa ha tenido lugar la tradicional bendición de las rosas por parte de Omella y del presidente de la Generalitat en el Pati dels Carruatges.