(Aci Prensa) Los padres del bebé Charlie Gard ya habían logrado reunir más de 1,5 millones de dólares para llevarlo a Estados Unidos, para someterlo a un tratamiento experimental.
Sin embargo, los médicos del hospital Great Ormond Street acudieron a la justicia británica para que se les autorice desconectar a Charlie, quien depende de un ventilador para respirar. Señalaron que el bebé tiene daño cerebral irreversible, casi no puede moverse o llorar y está sordo.
La BBC informó que el juez Nicholas Francis dijo que tomó la decisión de autorizar que se desconecte a Charlie «con el mayor de los pesares», aunque con «completa convicción» de que era lo mejor para él.
Alabó a sus padres por «su valiente y digna campaña» por el pequeño y por su «absoluta dedicación a su maravilloso hijo, desde el momento que nació».
Asimismo, un especialista en cuidados intensivos testificó que Charlie ya no responde a estímulos y que es difícil determinar si está sufriendo.
El experto le dijo al juez que había una pequeña posibilidad de que el tratamiento funcionara pero que eso no haría que la vida de Charlie sea «tolerable».
Charlie Gard nació sano pero a los dos meses empezó a perder peso y su salud comenzó a deteriorarse. Tuvo que ser internado en el hospital por una neumonía por aspiración.
Se le diagnosticó el síndrome de agotamiento mitocondrial, una rara enfermedad genética que padecen muy pocos niños en el mundo. El mal causa debilidad muscular progresiva y puede causar la muerte en el primer año de vida.
Connie Yates y Chris Gard, los padres de Charlie, dijeron a la BBC que su bebé «no está sufriendo» y que se le debería dar una «última oportunidad».
Comentaron que si bien el tratamiento podría no curarlo, sí extendería la vida: «Puede mover su boca y sus manos, aunque no las puede abrir del todo. Pero puede abrir sus ojos y vernos», contó Chris.
«Nadie lo conoce mejor que nosotros, que pasamos mucho más tiempo con él que los expertos», refirieron.
«No sentimos que esté sufriendo. Si estuviera dolorido, no estaríamos buscando extenderle la vida», agregó.
Tras oír el veredicto del juez Francis, la abogada de los padres dijo que la pareja «no comprende por qué el juez no autorizó al menos que se intente tratar a Charlie».
Dijo también que necesitarán un tiempo para decidir lo que harán ahora, pero precisó que «su prioridad inmediata es volver con Charlie y pasar tiempo con él».