(ACI Prensa) En un mensaje dirigido a los fieles de la diócesis, Mons. Santiago informó que luego de consultar a Roma sobre esta posibilidad, «el Vaticano me contestó afirmativamente que eso era lo más conveniente para la fe mariana».
«Para que el acontecimiento mariano de San Nicolás siga siendo digno de fe, es conveniente poner fin a la divulgación de los mensajes que seguiré recibiendo y guardando en los archivos del obispado», precisó el Prelado.
La historia se remonta al año 1983, cuando algunos rosarios en las casas de la localidad bonaerense de San Nicolás de los Arroyos se iluminaron sin explicación alguna.
Al ver este hecho, una madre de familia de nombre Gladys Quiroga de Motta comenzó a rezarle a la Virgen, a quien desde el 25 de septiembre de ese año se le apareció en más de una ocasión.
La Virgen pidió la construcción de un templo en el lugar de las apariciones. Además, según la vidente, comenzó a darle una serie de mensajes llamando a la oración, a la conversión y a la consagración.
En su video, Mons. Santiago explicó que el entonces Obispo de San Nicolás, Mons. Domingo Salvador Castagna, hizo un discernimiento sobre los mensajes de la Virgen y luego de consultar al Papa San Juan Pablo II, los consideró «dignos de fe».
«Por eso que decidió la construcción de un santuario dedicado a Nuestra Señora del Rosario de San Nicolás», explicó Mons. Santiago.
Sin embargo, tras consultar a teólogos y psicólogos, en 1990 Mons. Castagna decidió «poner fin a la divulgación de los mensajes de la señora Gladys de Motta referidos a la Virgen por considerarlos suficientes y para evitar que dichos mensajes se desvirtúen».
«Es decir, que la señora Gladys presentó como dichos de la Virgen, lo que en realidad eran sus propias reflexiones», precisó el Prelado.
«Al obispo le habían advertido que esto podía ocurrir con el paso del tiempo, entonces lo que había sido digno de fe en sus inicios, podría no serlo con el paso del tiempo».
Además, los teólogos asesoraron a Mons. Castagna «diciéndole que la revelación privada, los mensajes de Gladys en este caso, debían estar al servicio de la revelación sobrenatural que se da a través de las Sagradas Escrituras, la tradición y el Magisterio, que no podían reemplazarla ni perjudicarla».
«De allí que desde 1990 en adelante había que poner el acento, no en los mensajes, que es el acontecimiento originante, sino en el santuario como Casa de Dios, en la cual se venera la imagen de Nuestra de San Nicolás, y en la conversión de los peregrinos que llegando al santuario sentían deseos de confesarse, celebrar el sacramento de la Reconciliación como una gracia de la Virgen. Esto es lo que se llama acontecimiento originado», dijo Mons. Santiago.
En conclusión, continuó el actual Obispo de San Nicolás, «lo que consulté a Roma fue hacer definitiva la decisión que tomó monseñor Salvador Castagna en 1990».
Esto es «dejar de publicar los mensajes para que el acontecimiento mariano de San Nicolás, siga siendo digno de fe y nos lleve a seguir a Cristo a través Año Litúrgico, el cual nos presenta toda la vida de Cristo y María. Y es el lugar que la Iglesia nos propone para crecer en la fe católica».
El obispo aclaró que seguirá «recibiendo y guardando en los archivos del obispado, escritos por la señora Gladys, a fin de que en el futuro cuando nosotros ni la señora Gladys estemos en esta tierra, podrán ser analizados por la Iglesia, porque la Iglesia no canoniza a nadie en vida».