(Actuall) Las radicales provecharon la celebración del Día Internacional de la Mujer para atacar la catedral de Buenos Aires. Grupos de mujeres causaron incidentes al final del acto de cierre del Paro Internacional de Mujeres en la Plaza de Mayo. Prendieron fuego frente a la Catedral, lanzaron latas y botellas, y agredieron a jóvenes que defendían el templo y a periodistas que realizaban su trabajo en ese lugar.
Tras la finalización de la lectura del documento en el escenario montado frente a la Pirámide de Mayo, un grupo bastante numeroso de personas prendió una fogata cerca de las vallas que protegían la Catedral. Tuvo que intervenir la Policía para detener las llamas e inclusive lanzó gases contra los grupos que causaban los desmanes.
En el punto de mira de este tipo de grupos –conectados con células anarquistas y marxistas- están, entre otros eclesiásticos, el arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer, uno de los más activos defensores de la vida y la familia.