(ACI Prensa) En diálogo con ACI Stampa el cardenal dijo que esta idea de un texto magisterial la compartió en una entrevista en noviembre del año pasado. «No diré necesariamente que se quiera una encíclica, puede ser también un documento de otro tipo, como una instrucción de parte de la Congregación para la Doctrina de la Fe», indicó el Purpurado.
Aunque diversos obispos y el mismo papa Francisco ya se han pronunciado sobre este tema, dijo el cardenal, es importante que (el texto) sea un documento autorizado de la Iglesia sobre esta ideología, porque vemos que las organizaciones internacionales hacen mucha presión sobre las naciones para introducir esta ideología, sobre todo en el mundo de la educación».
Un documento así, continuó el arzobispo, le servirá a la gente «que escucha hablar de la ideología de género en los medios de comunicación, en el mundo de la política, en las escuelas, en cualquier lugar. Es sobre todo la Iglesia la que está llamada a dar su punto de vista».
El documento magisterial, prosiguió, debe ayudar a comprender que «la ideología de género implica que el rol del hombre y de la mujer se ha desentendido del sexo biológico. Esto es incompatible con la visión del hombre que presenta la Iglesia, con las Sagradas Escrituras en la base de la doctrina».
El Cardenal Eijk precisó también que «la ideología de género ve al cuerpo como algo secundario, como algo exterior a la naturaleza humana, que no participa en la dignidad de las personas como tales».
«Para la Iglesia, el sexo biológico está en línea con el cuerpo humano y es intrínseco a la naturaleza humana. Es evidente así entonces que la ideología de género se contrapone a la visión de la Iglesia Católica».
Las personas, indicó el cardenal, «tenemos una dimensión material y una dimensión espiritual. Ambas son esenciales para nosotros como seres humanos. Y por eso no podemos aceptar la ideología de género: si el cuerpo es esencial para la persona humana, esto tiene que ver con el sexo biológico».
El purpurado holandés resaltó también el rol de los medios de comunicación para informar con la verdad y animó a que la Iglesia mantenga los suyos para compartir la verdad en temas como este.
«Las diócesis deben tener sitios web actualizados, atractivos. No es fácil, pero es posible. La gente que todavía cree busca las noticias que son publicadas por las conferencias episcopales y las diócesis», concluyó.