(LifeSiteNews/InfoCatólica) La ministra de Relaciones Exteriores de Australia, Julie Bishop, anunció esta semana que el gobierno enviará 9.5 millones de dólares para apoyar las operaciones en el extranjero de la multinacional del aborto Planned Parenthood.
«Hoy anunciaré que el gobierno australiano continuará nuestra asociación con Planned Parenthood para llevar a cabo el Programa de Salud Sexual y Reproductiva en los Entornos de Crisis y Pos Crisis (SPRINT) en la región Indo-Pacífico», dijo Bishop. «El gobierno proporcionará 9.5 millones de dólares durante tres años al programa SPRINT para fortalecer la salud sexual y reproductiva durante las crisis humanitarias».
En una declaración aparte, Bishop afirmó que el gobierno australiano no apoya ni financia el aborto selectivo por sexo y dijo que está trabajando para reducir la prevalencia de esta práctica.
Wendy Francis, portavoz de movimientos cristianos a favor de la vida, afirmó que la medida parece ser una respuesta a la petición del Partido Laborista de llenar la brecha de financiamiento creada por las medidas del presidente estadounidense, Donald Trump, de retirar el financiamiento a la multinacional abortista y sus afiliados.
«El dinero de los contribuyentes australianos no debería financiar el aborto de los hijos de mujeres en países donde ni siquiera tienen instalaciones de parto adecuadas», dijo Francis. «El mayor riesgo para la salud materna de las mujeres en los países en vías de desarrollo es la falta de acceso a instalaciones de parto seguras, no la falta de acceso al aborto».
«Este tipo de política pública hace que la Coalición sea poco atractiva para los votantes cristianos que quieren que nuestra nación sea generosa con nuestro presupuesto para ayudar a quienes lo necesitan, pero no quieren que se use para financiar el asesinato de bebés no nacidos en los países pobres».
Robyn Grace, fundadora de «Pregnancy Help South» de Australia y cofundadora del sitio de información provida AllLivesEqual.org, dijo a LifeSiteNews que muchas de las mujeres migrantes que encuentra diariamente en su trabajo realmente no quieren abortar.
«¿Por qué se gasta ese dinero en abortos en vez de gastarlo en mujeres embarazadas para que puedan mantener a sus hijos?», Preguntó. «El noventa por ciento de las mujeres a las que ayudo no quieren abortar a sus bebés».
Comenta también que «la ministra de Relaciones Exteriores de Australia, Julie Bishop, se inclina orgullosamente ante la agenda izquierdista de reducción de la población, junto con la senadora laborista Lisa Singh, para apoyar el asesinato de bebés no nacidos, y todo porque el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha tomado la valiente decisión de desmantelar la maquinaria asesina de Planned Parenthood. La sangre de estos bebés está realmente en sus manos, es una vergüenza para nuestro país y estoy segura de que los australianos estarían horrorizados al saber que sus dólares pertenecientes al pago de los impuestos se utilizan para estos propósitos».
El anuncio de la ministro de Asuntos Exteriores se produce pocas semanas después de que Trump firmó una orden ejecutiva para restablecer la «Política de la Ciudad de México», que prohíbe el financiamiento gubernamental de grupos extranjeros pro-abortistas como Planned Parenthood. Sin una financiación gubernamental significativa, las operaciones de aborto internacionales de Planned Parenthood se verán afectadas dramáticamente.
Apoyo internacional al aborto
Otros líderes de distintos países tienen la intención de reunirse el 2 de marzo para organizar un nuevo fondo mundial para el aborto con la finalidad de llenar el vacío que dejó la retirada de fondos de EE.UU. Los países que apoyan el fondo son los Países Bajos, Canadá, Suecia, Dinamarca, Bélgica, Luxemburgo, Finlandia y Cabo Verde, informó Reuters la semana pasada. Los organizadores dijeron que representantes de 50 países han sido invitados.
Tres de los países, Holanda, Bélgica y Dinamarca, ya prometieron un total combinado de 30 millones de euros (32 millones de dólares) para abortos en todo el mundo, señala el informe.
Las recientes investigaciones encubiertas llevadas a cabo por Live Action descubrieron que los «servicios de salud» o el cuidado prenatal que Planned Parenthood pretende proporcionar son totalmente inexistentes. Los abortos comprenden el 97 por ciento de los «servicios» de la organización y no la cifra del 3 por ciento promovida por los ejecutivos de la organización, los principales medios de comunicación y defensores del aborto.