(Efe) «La Iglesia en el País Vasco, sin duda, ha contribuido muchísimo a la erradicación del terrorismo y a la plena pacificación», ha reflexionado Blázquez durante una comparecencia ante los medios informativos con motivo de los cincuenta años de su ordenación sacerdotal, que celebrará el sábado en la catedral de Valladolid.
Próximo a cumplir los 75 años, el próximo 13 de abril, Blázquez se ha preguntado la razón por la cual la banda terrorista ETA, «después de anunciar hace años que renunciaba al ejercicio de la violencia», aún no ha entregado las armas ni se ha disuelto aún como organización para exponer sus mensajes en el ámbito político.
Al evocar su larga estancia como obispo de Bilbao (1995-2010), el actual arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal ha rememorado el dolor de las víctimas y el hartazgo de una sociedad «que dijo ¡basta!» a raíz del asesinato de Miguel Ángel Blanco, concejal del PP en Ermua (Vizcaya), en julio de 1997.
Tras referirse al terrorismo como algo «absolutamente rechazable» y de separar su naturaleza y concepto del «nacionalismo e independentismo», ha recordado la cercanía que prodigó durante su estancia en Bilbao a las familias de las víctimas, «la más íntima posible», y se ha referido al dolor y la amargura que le causó de forma especial «aquellos días terribles» previos y posteriores al asesinato de Blanco cuyo funeral que él mismo celebró.
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