Pastoral para los detenidos: «Y después que salen, ¿Qué?»

Jornadas de trabajo e intercambio de experiencias en Argentina

Pastoral para los detenidos: «Y después que salen, ¿Qué?»

Han estado representadas en el retiro espiritual de los capellanes de cárceles 32 diócesis que ha reflexionado sobre el problema de la situación de los detenidos que obtienen la libertad.

(Agencia Fides/InfoCatólica) El pasado viernes y sábado se llevó a cabo el retiro espiritual de los capellanes de cárceles en el Convento San Alfonso Organizado por la Pastoral Carcelaria , en Villa Allende, Córdoba. Participaron en él 22 capellanes de distintos lugares del país y miembros de la Comisión Episcopal de Pastoral Penitenciaria, presidida por Su Exc. Mons. Esteban Maria Laxague SDB, obispo de Viedma.

La Eucaristía de clausura ha coincidido con otro encuentro, el de los referentes diocesanos que trabajan en este campo y que se ha realizado desde el sábado 4 al martes 7 de febrero. Han estado representadas 32 diócesis de la Argentina y el lema ha sido: «Y después que salen, ¿Qué?» haciendo una referencia clara al problema de la situación de los detenidos que obtienen la libertad.

Según cuanto informa la nota enviada a la Agencia Fides por Aica, han sido jornadas de trabajo e intercambio de experiencias para hacer frente a este nuevo problema por parte de los líderes de la Iglesia. Monseñor Pedro Torres, obispo auxiliar de Córdoba, ha tratado el tema de la «Dignidad del trabajo» para todos. La Misa final ha presentado los nuevos y difíciles desafíos que se presentan, pero también las propuestas de preparación técnica del personal que ya trabaja en este sector.

En Argentina, la Iglesia Católica está muy preocupada por la pastoral de los detenidos. La realidad de las cárceles todavía es muy variada y difícil de seguir: en el país hay más de 250 prisiones, en las que están detenidos 69.000 prisioneros, según la última publicación del Sistema Estadístico Nacional del 2014. 

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3 comentarios

Fuenteovejuna
La situación carcelaria en la Argentina es muy grave, no sólo porque hay un notorio déficit de institutos carcelarios fruto de que hace décadas no se construyen otros nuevos, sino porque el auge de la delincuencia hace que las viejas cárceles no den abasto para albergar a una población hacinada que sobrevive en condiciones cada vez más precarias.
Eso explica que en vez de servir para la regeneración de los condenados las cárceles se han convertido en escuelas de delincuentes.
Siendo así las cosas, no es de extrañar que la inseguridad se haya convertido en la preocupación número uno de los argentinos.
Frente a esa situación la Iglesia tiene motivos para estar preocupada, pero en vez de denunciar "Y después que salen, qué"? como dando a entender que es el Estado el que no encuentra solución al problema, debería mirar para adentro y hacer una autocrítica por sus magros resultados, porque con muchos menos recursos la Iglesia evangélica ha logrado mucho más conversiones que la Iglesia Católica.
Así como los seminarios están casi vacíos por falta de vocaciones, tal vez la falta de conversión de los presos radica en que el mensaje no les llega porque los curas que los visitan han perdido la pasión y la fuerza de convicción por vivir el Evangelio que transmitían otros sacerdotes.
11/02/17 8:08 PM
Jesus Pereira
Asi es, Fuenteovejuna. Mientas se predica el evangelio del vitimismo social y de la responsabilidad ajena, y no se confía en la gracia ¿como habrá conversiones?
12/02/17 12:34 AM
Beatriz Mercedes Alonso (Córdoba - Argentina)
Totalmente de acuerdo con el comentario de Fuenteovejuna.
12/02/17 11:08 AM

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