(Navarra Confidencial) La semana pasada todos los sindicatos con representación en el profesorado de religión de Navarra (Anpe, Feuso, Afapna y ELA) manifestaron mediante un comunicado su «rechazo» a la moción aprobada en el Parlamento autonómico, reclamando al gobierno foral que «no ejecute» esta moción y «no lleve a cabo la propuesta sin antes dialogar con las partes implicadas», solicitando además que se trate al colectivo de profesores de religión y a la asignatura de religión «con dignidad y respeto».
El profesorado considera que la reducción del horario semanal de la asignatura de religión a 45 minutos «no permite impartir una asignatura» y además «incumple con los acuerdos entre la Iglesia y el Estado, vigentes desde 1979 donde se recoge que la religión debe prestarse en condiciones equiparables a las demás disciplinas fundamentales». Esta afirmación precisamente ayer quedaba respaldada por la sentencia del alto tribunal extremeño.
La reducción de horas de religión supondría también la pérdida de muchos puestos de trabajo y una gran disminución de horas en los contratos de otros, en un colectivo de unos 200 profesores de religión con contratos laborales indefinidos.
Los padres eligen religión
Cabe recordar para concluir que el porcentaje de familias que libremente escogen la asignatura de religión supera el 60%, un porcentaje que en los colegios concertados se dispara hasta en torno al 98%. Es decir, que nos encontramos ante un intento de prohibir lo que la gente libremente demanda, imaginen que un criterio semejante se aplicara en Educación respecto al vascuence. Por tanto la reducción del horario se trata de una propuesta política a pesar de que la gente demanda la asignatura, o precisamente porque la demanda. Es difícil cuál de los dos escenarios hace menos antidemocrática la propuesta.
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