(AsiaNews/InfoCatólica) Los miembros del Parlamento ruso, el día viernes, aprobaron en su tercera sesión una ley sobre la despenalización de la violencia doméstica, que reduce tanto el arsenal legal a disposición de las víctimas como las penas para sus agresores.
La ley, que fue aprobada por diputados con 380 votos a favor y sólo tres en contra, aún debe ser aprobada por el Senado y firmada por Vladimir Putin, lo cual normalmente representa una mera formalidad. La misma despenaliza la violencia cometida dentro del núcleo familiar en el caso de que ésta no tenga precedentes y no haya causado consecuencias físicas graves. La nueva medida prevé una pena financiera de 30.000 rublos (470 euros), mientras que la normativa vigente preveía hasta dos años de cárcel para los culpables de violencia doméstica.
Andrei Isayev, parlamentario del partido Rusia Unida, explicó así su voto a favor durante el debate: «Queremos demostrar que los diputados rusos no irán tras los excesos que vemos en Europa occidental». A su modo de ver, los niños europeos «denuncian a sus progenitores» ante las autoridades para que le sea retirada la custodia cuando éstos son demasiado severos.
Los activistas rusos que defienden los derechos humanos han criticado duramente el proyecto de ley, que de acuerdo a ellos, mina la lucha contra la violencia doméstica, un problema que es muy serio en Rusia.
Los diputados comunistas también se manifestaron en contra del proyecto, luego de que el miércoles el parlamento rechazara su propuesta de excluir de la despenalización aquellas agresiones dirigidas contra los niños y las mujeres encinta. Iouri Sinelchtchikov, haciéndose portavoz de sus colegas del Partido, afirmó: «Las mujeres no suelen ir a denunciar a su marido violento en la policía o ante los jueces. Ahora irán incluso menos, y el número de homicidios aumentará».
El problema en cifras
Los datos brindados por el Ministerio del Interior ruso indican que el 40 por ciento de los crímenes violentos son cometidos dentro del núcleo familiar. Tomando solamente el año 2013, más de 9.000 mujeres fueron asesinadas en episodios de violencia doméstica, en tanto más de 11.000 resultaron gravemente heridas.
Según la oficina nacional de estadísticas rusa, en el año 2015 fueron registrados 49,579 casos de violencia doméstica, y de éstos, 35.899 estuvieron dirigidos contra mujeres.
Un sondeo de este mes, conducido por el Instituto estatal de sondeos VTsIOM, ha mostrado que para el 19 por ciento de los rusos «en algunas circunstancias, puede ser aceptable» golpear a la mujer, al marido, o al hijo. Las investigaciones independientes citadas por los activistas de Human Rights Watch demuestran que el problema es mucho más grave. Un estudio del 2013 relevó que en Rusia más del 80 por ciento de los crímenes violentos contra las mujeres fueron cometidos por cónyuges o por las parejas de ellas. Son 36.000 mujeres y 26.000 niños los que cada día afrontan la violencia en el ámbito de su familia.
En un estudio del 2011 efectuado tomando una muestra de 30.000 mujeres en 60 regiones rusas, se halló que el 38 por ciento de las entrevistadas afirmó que había sido sometida a violencia psicológica, mientras que una de cada cinco declaró haber sufrido violencia física perpetrada por su pareja. Una investigación del año 2005 mostró que de 2.200 personas en 50 regiones y ciudades en toda Rusia, el 70 por ciento de las mujeres dijo haber sido sometido a cuando menos una forma de violencia –física, sexual, económica o psicológica- perpetrada por sus maridos, y el 36 por ciento mencionó que experimentó tanto la violencia física como la psicológica.
Reacción de los activistas
Los activistas acusan al gobierno ruso por la falta de políticas orientadas a prevenir la violencia doméstica y a garantizar justicia para las víctimas. Los oficiales acostumbran no investigar, y como mucho sólo responden a las llamadas. Un factor que agrava la situación es la falta de refugios para las víctimas. De hecho, Moscú cuenta con menos de 150 centros de acogimiento, mientras que su población supera los 12 millones de personas.