(Agencias) «El presidente, no es ningún secreto, ha dejado muy claro que es un presidente pro-vida», dijo a periodistas el secretario de prensa de la Casa Blanca, Sean Spicer, en su primera reunión informativa diaria.
«Él quiere defender a todos los estadounidenses, incluyendo a los que no han nacido, y creo que el restablecimiento de esta política no es sólo algo que hace eco de ese valor, sino que también respeta la financiación de los contribuyentes», añadió el portavoz.
La prohibición alcanza a las ONGs que financian o practican abortos y a las que proponen legislaciones proabortistas. La principal afectada por la medida es International Planned Parenthood, la mayor multinacional del aborto en el mundo.