(El Nacional/InfoCatólica) Ocho presos políticos venezolanos que se encuentran recluidos en la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) levantaron el día de ayer la huelga de hambre que iniciaron el 4 de diciembre para exigir su liberación y como forma de protesta ante el incumplimento de los acuerdos del diálogo por parte del Gobierno, que la Iglesia Católica y el Papa Francisco había propiciado como mediadora. La decisión ocurrió después de un encuentro con el nuncio Aldo Giordani y el diputado Timoteo Zambrano.
Este sábado se conoció que Zambrano y Giordano como representantes de la mesa de diálogo, específicamente en derechos humanos, fueron al Sebin para hablar con Venus Medina, Andrea González, Betty Grossi, Renzo Prieto, Ronny José Navarro Rodríguez, Varila Yeimi, Villca Fernández y Gregory Sanabria.
Después de varias horas de conversación los huelguistas decidieron levantar la protesta que duró 13 días. La información fue dada a conocer por la Conferencia Episcopal Venezolana en un comunicado de la Nunciatura.
Una carta de los presos indica que, de forma unánime, la huelga se levantaba por el deterioro de la salud de los detenidos y para garantizar sus vidas. En el texto, escrito a mano, agradecieron la fe de quienes lucharon por la liberación de los presos y afirmaron que esperan «esperanzados» la liberación de presos en las próximas horas.
La mediación de la Nunciatura había sido exigida por los familiares de los detenidos, quienes en varias oportunidades denunciaron que en El Helicoide aislaban y maltrataban a los huelguistas. También varios abogados denunciaron que no les dejaban ver a sus defendidos.
Agravada la situación en Venezuela
Adicionalmente a los problemas de inflación, inseguridad y escasez de alimentos y medicinas que sufre el país, la situación se ha agravado por la controvertida e improvisada medida que el presidente de la República Nicolás Maduro tomó, exigiendo recoger todos los billetes de 100 bolívares, actualmente el de mayor denominación, para hacer frente a supuestas «mafias colombianas que almacenan el papel moneda para desestabilizar la economía».
Pero al permitir solo 72 horas de plazo para recoger todos los billetes, generó un malestar que ha desembocado en protestas en diversos Estados. Entre ellos se pueden mencionar los saqueos en el Estado Apure de tres entidades bancarias, dos del Banco de Venezuela y una del Banco Bicentenario, que fueron incendiadas por la población enardecida y descontenta que no podía canjear sus billetes luego de hacer largas horas de cola.
El presidente Nicolás Maduro por su parte concedió un nuevo plazo para retirar los billetes y sostuvo tener la situación bajo control. Agrega además «tener identificados los responsables de los actos vandálicos y criminales» perpetrados contra las entidades bancarias.