Como pastores de almas e intelectuales católicos, deseamos expresar nuestra profunda gratitud y pleno apoyo a la valiente iniciativa de cuatro miembros del Colegio Cardenalicio, Sus Eminencias Walter Brandmüller, Raymond Leo Burke, Carlo Caffarra y Joachim Meisner. Es bien sabido que dichos cardenales han planteado de manera formal cinco “dubia” (dudas) al Papa Francisco, solicitándole que aclare cinco puntos fundamentales de la doctrina católica y la disciplina de los sacramentos, que en el capítulo 8 de la reciente exhortación apostólica Amoris Laetitia (en adelante, “AL”) parecen ser tratados de forma contradictoria con la Sagrada Escritura, la Tradición y el magisterio de documentos papales anteriores, en particular la encíclica Veritatis Splendor y la exhortación apostólica Familiaris Consortio de San Juan Pablo II. Hasta el momento, el Papa Francisco ha declinado responder; ahora bien, habida cuenta de que estos cuatro cardenales preguntan en realidad si los importantes documentos magisteriales citados requieren todavía nuestro pleno asentimiento, creemos que el persistente silencio del Santo Padre podría considerarse una negligencia en el ejercicio del ministerio petrino de confirmar en la fe a sus hermanos.
Algunos eminentes prelados se han mostrado muy críticos con el planteamiento de las “dubia” por los cuatro cardenales, aunque sin arrojar luz alguna sobre las cuestiones pertinentes y profundas suscitadas. Hemos leído los intentos de Christoph Cardenal Schӧnborn y del Profesor Rocco Buttiglione de interpretar la exhortación apostólica según una “hermenéutica de la continuidad”, pero a nuestro juicio no han conseguido demostrar su tesis fundamental, según la cual los elementos novedosos contenidos en AL no ponen en peligro la ley divina, sino que simplemente promueven cambios en la práctica pastoral y la disciplina eclesiástica.
En efecto, una serie de autores, entre ellos el Profesor Claudio Pierantoni en su nuevo y exhaustivo estudio histórico-teológico, han sostenido que como consecuencia de la confusión y desunión generalizadas a raíz de la promulgación de AL, la Iglesia universal está entrando ahora en un momento gravemente crítico de su historia que presenta semejanzas alarmantes con la gran crisis arriana del siglo IV. Durante ese conflicto catastrófico, la gran mayoría de los obispos, entre ellos incluso el Sucesor de Pedro, vacilaron acerca de la cuestión de la Divinidad de Cristo. Muchos no cayeron plenamente en la herejía; sin embargo, desarmados por la confusión o debilitados por la pusilanimidad, buscaron fórmulas de compromiso fácil en aras de la “paz” y la “unidad”. Hoy en día asistimos a una crisis metastásica semejante, que en esta ocasión afecta a aspectos fundamentales de la vida cristiana. Se continúa rindiendo un tributo simbólico a la indisolubilidad del matrimonio, el carácter de pecado grave objetivo de la fornicación, el adulterio y la sodomía, la santidad de la Sagrada Eucaristía y la terrible realidad del pecado mortal. Pero en la práctica, un número creciente de eminentes prelados y teólogos están menoscabando o negando de hecho estos dogmas – y por ende, la existencia de prohibiciones sin excepciones en la ley divina sobre el comportamiento sexual– en virtud de su énfasis exagerado y unilateral en la “misericordia”, el “acompañamiento pastoral” y las “circunstancias atenuantes”.
Con el Pontífice reinante, la trompeta emite ahora un sonido muy incierto en esta batalla contra los “principados y potestades” del enemigo, de forma que la barca de Pedro avanza peligrosamente a la deriva como un navío sin timón e incluso muestra síntomas de una desintegración incipiente. En esta situación, creemos que todos los Sucesores de los Apóstoles tienen el deber grave y acuciante de pronunciarse de manera clara y firme reiterando las enseñanzas morales expuestas con gran claridad en el magisterio de los papas precedentes y en el Concilio de Trento. Varios obispos y otro cardenal han declarado ya que consideran las “dubia” oportunas y adecuadas. Esperamos ardientemente y oramos con fervor para que muchos otros se unan públicamente no sólo a la respetuosa petición de los cuatro cardenales de que el Sucesor de Pedro confirme a sus hermanos en estos cinco puntos de la fe “que ha sido entregada a los santos de una vez por todas” (San Judas, 3), sino también a la propuesta del Cardenal Burke de que si el Santo Padre así no lo hiciere, los cardenales se dirijan colectivamente a él con alguna forma de corrección fraternal, siguiendo el espíritu de la admonición dirigida en Antioquía por San Pablo a San Pedro (Gal. 2, 11).
Encomendamos este grave problema al cuidado y la intercesión celestial de María Inmaculada, Madre de la Iglesia y debeladora de todas las herejías.
8 de diciembre de 2016, Solemnidad de la Inmaculada Concepción
Firmado:
Mons. Ignacio Barreiro Carambula, STD, JD
Capellán y miembro de la Facultad, Roman Forum
Rev. Claude Barthe,
Francia
Dr. Robert Beddard, MA (Oxon et Cantab), D.Phil (Oxon)
Fellow emeritus and former Vice Provost of Oriel College Oxford.
Carlos A. Casanova Guerra
Doctor en Filosofía, Profesor, Universidad Santo Tomás, Santiago de Chile
Salvatore J. Ciresi MA
Notre Dame Graduate School of Christendom College, Director de St. Jerome Biblical Guild
Luke Gormally, PhL
Director Emeritus, The Linacre Centre for Healthcare Ethics (1981-2000); Sometime Research Professor, Ave Maria School of Law, Ann Arbor, Michigan (2001-2007); Miembro Ordinario, Pontificia Academia de la Vida
Rev. Brian W. Harrison OS, MA, STD
Profesor Asociado de Teología (jubilado), Universidad Pontificia Católica de Puerto Rico; Scholar-in-Residence, Oblates of Wisdom Study Center, St. Louis, Missouri
Rev. John Hunwicke, MA (Oxon.)
Former Senior Research Fellow, Pusey House, Oxford; Priest of the Ordinariate of Our Lady of Walsingham; Member, Roman Forum
Peter A. Kwasniewski PhD (Philosophy)
Professor, Wyoming Catholic College
Rev. Dr. Stephen Morgan DPhil (Oxon)
Academies Conversion Project Leader & Oeconomus, Diócesis de Portsmouth
Don Alfredo Morselli STL
Párroco de la Arhidiócesis de Bolonia
Rev. Richard A. Munkelt PhD (Philosophy)
Capellán y miembro de la Facultad, Roman Forum
Rev. John Osman MA, STL
Párroco de la arhidiócesis de Birmingham, Ex capellán de la University of Cambridge
Dr Paolo Pasqualucci
Profesor de filosofía (jubilado), Universidad de Perugia
Dr Claudio Pierantoni
Profesor de Filosofía Medieval en la Facultad de Filosofía de la Universidad de Chile, Ex profesor de Historia de la Iglesia y Patrología en la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Member of the International Association of Patristic Studies
Dr John C. Rao D.Phil (Oxon.)
Profesor Asociado de Historia, St. John's University (NYC); Presidente, Roman Forum
Dr Nicholas Richardson. MA, DPhil (Oxon.)
Fellow emeritus and Sub-Warden of Merton College, Oxford and former Warden of Greyfriars, Oxford.
Dr Joseph Shaw MA, DPhil (Oxon.) FRSA
Senior Research Fellow (Philosophy) at St Benet's Hall, Oxford University
Dr Anna M. Silvas FAHA,
Adjunct research fellow, University of New England, Armidale, NSW, Australia.
Michael G. Sirilla PhD
Director of Graduate Theology, Franciscan University of Steubenville, Ohio
Professor Dr Thomas Stark
Phil.-Theol. Hochschule Benedikt XVI, Heiligenkreuz
Rev. Glen Tattersall
Parish Priest, Parish of Bl. John Henry Newman, Archdiocese of Melbourne; Rector, St Aloysius' Church, Melbourne
Rev. Dr David Watt STL, PhD (Cantab.)
Publicado en Rorate Caeli
Traducido por Víctor Lozano para InfoCatólica