(InfoCatólica) El arzobispo de Oviedo recuerda que «la educación no es una cuestión secundaria ni baladí. En definitiva en ella volcamos un modelo de sociedad a corto, medio y largo plazo» y advierte que «una cosa es educar y otra bien distinta domesticar. Una cosa es abrir todo el abanico de valores y de virtudes en los que se fundamenta una civilización, y otra es la imposición o la censura de algunos valores y virtudes que alguien decide inyectar o excluir en los niños, jóvenes, en los docentes, en las líneas educativas».
Mons. Sanz Montes incide en el papel de los padres a la hora de decidir qué valores transmitir a sus hijos:
«Los padres tienen una palabra esencial en este proceso, aunque no estén sentados en los escaños del parlamento. No se les puede suplir con paternalismo ideológico, ni tampoco ningunear hasta la exclusión más zafia».
Y tras constatar la existencia de «tantos colegios regentados por cristianos (diócesis, familias religiosas, movimientos eclesiales)» que «aportan con calidad y con respeto un modelo educativo que tiene como trasfondo la manera de ver al hombre y a la mujer, de ver la historia toda, desde lo que hemos aprendido en esos valores y virtudes que llamamos cosmovisión cristiana», asegura que «no sería justo que la Escuela Católica no participe en este «parto» educativo».
Texto completo del artículo de Mons. Sanz Montes