(The Catholic Herald/ InfoCatólica) El Cardenal Pell dio una charla sobre San Damián de Molokai como parte de una serie de conferencias organizadas en San Patricio para el Año de la Misericordia. Y aprovechó la ocasión para hablar sobre la situación del catolicismo hoy en día. Dijo que si bien el Papa Francisco tiene «un prestigio y una popularidad fuera de la Iglesia» mayor que cualquier otro Papa anterior, algunos católicos están actualmente incómodos.
Posteriormente, el cardenal australiano, a quien se le ha encargado llevar a cabo reformas financieras en el Vaticano por parte del Papa Francisco y es además miembro del grupo de asesores del «G9» del Papa, criticó algunas de las ideas sobre la conciencia que están difundiéndose en la Iglesia.
El prelado dijo que enfatizar la «primacía de la conciencia» podría tener efectos desastrosos, si la conciencia no se somete siempre a la Revelación y la ley moral. Por ejemplo, «cuando un sacerdote y un penitente están tratando de discernir el mejor camino a seguir en lo que se conoce como el foro interno», deben referirse a la ley moral. La conciencia «no es la última palabra en varios sentidos», dijo el cardenal y recordó que siempre es necesario seguir la enseñanza moral de la Iglesia.
El cardenal contó la historia de un hombre que estaba durmiendo y manteniendo relaciones sexuales con su novia, y le había preguntado a su sacerdote si podía recibir la Comunión. sería «engañoso», dijo el cardenal, decirle al hombre que simplemente siguiera su conciencia.
Añadió que aquellos que enfatizaban «la primacía de la conciencia» sólo parecían aplicarla a la moral sexual y las cuestiones relativas a la santidad de la vida. A las personas rara vez se les aconsejaba que siguieran su conciencia si les decía que fueran racistas o lentas en ayudar a los pobres y necesitados.
El cardenal Pell citó los escritos sobre la conciencia del Beato John Henry Newman, en los que el gran cardenal inglés, converso del anglicanismo al catolicismo, rechazó la «miserable falsificación» de la definción de conciencia como «el derecho a la voluntad propia». Señaló que Newman defendió a los papas Pío IX y Gregorio XVI, ques siempre «condenaron una conciencia que rechazara a Dios y rechazara la ley natural».
El purpurado también rindió homenaje a las «dos grandes encíclicas» de San Juan Pablo II, Veritatis Splendor y Evangelium Vitae, que presentan la ley moral como algo vinculante en todos los casos.
Al preguntársele si el malestar de algunos católicos por el estado de la Iglesia estaba relacionado con teorías falsas sobre la conciencia, el cardenal Pell dijo: «Sí, eso es correcto».
Añadió que «la idea de que se pueda discernir de alguna manera que las verdades morales no deben ser seguidas o no deben ser reconocidas es absurda». «Todos estamos bajo la verdad», añadió, señalando que la verdad objetiva puede ser «diferente de nuestra comprensión de la verdad».
Preguntado por la polémica creada tras la publicación de las preguntas (dubias) que cuatro cardenales han hecho al papa Francisco sobre la exhortación apostólica Amoris Laetitia, el cardenal australiano respondió: «¿Cómo puede usted no estar de acuerdo con que se haga una pregunta?» y concluyó que es significativo el hecho de que se hayan hecho esas cinco preguntas.