(Aica) «Ante estas porquerías tenemos que decir que eso no está bien, porque la relación sexual es entre un varón y una mujer, es para quererse para toda la vida y es para tener hijos. Así de sencillo. Es la misma Creación de Dios, la naturaleza humana».
Con este párrafo el arzobispo de La Plata monseñor Héctor Aguer cerró su semanal reflexión el sábado 19 de noviembre en el programa Claves para un Mundo Mejor emitido a las 9 por el Canal 9 de TV.
En esta ocasión su reflexión tuvo una severa crítica a la banalización de la pornografía aparecida en una nota de un diario de alcance nacional, cuyos detalles omite «por una razón de buen gusto», pero a la que califica de «porquería».
Pornografía en Internet
El prelado platense comenzó su reflexión señalando que, según le han dicho, «las páginas más frecuentadas en Internet son las pornográficas. Yo casi no uso Internet y mucho menos esas páginas. Fíjense ustedes que la palabra «pornográfico» viene del griego «pornéia» que significa prostitución. Por tanto pornográfico es lo que se escribe sobre la prostitución, a favor de ella, aunque por lo general no se piensa en esta etimología. Además se ha cambiado el término pornográfico por «hot» o sea caliente, como si fuera lo mismo».
«A mí lo que más me preocupa -agregó- es la banalización de la pornografía porque en una página de Internet entran los degenerados, o los que quieren ver esas cosas, pero que aparezca en el diario Clarín ya es otra cosa». Y refiriéndose a un hecho futbolístico de estos días, monseñor Aguer dijo que «es notable que hasta los jugadores de fútbol se han enojado con los periodistas porque muchos dicen lo que les parece, sin medir las consecuencias. ¡Qué tendríamos que hacer o decir nosotros!».
Frivolidad
«En Clarín del domingo 13 de noviembre -denunció el arzobispo-, en una sección que se llama «Spot» y una subsección que se llama «Sexo», se publicó un artículo titulado «Tríos atrapantes: dos Adanes para una Eva. Tres de un par perfecto», donde se hace el relato y el elogio de las orgías que se traban entre una mujer y dos hombres al mismo tiempo. Es notable, porque se citan algunas referencias que son confesiones de algún modo; señoras, señoritas o mujeres que quieren ver a otro en la cama junto con su novio. Entonces la cosa se hace entre tres. Omito los detalles, por una razón de buen gusto, y porque asombra la risueña frivolidad con que se presenta esta forma de degeneración».
Y continúa: «La periodista es una mujer y lo llamativo es que estas cosas suelen escribirlas mujeres. Les decía que la periodista elogia a esas ‘tigresas del sexo que disfrutan extraordinariamente’ y cita también a una sexóloga y un sexólogo. Los sexólogos son los que han inducido a esto desde hace tiempo, porque para ellos es lo más normal y aquí lo que aparece bien claro es que el sexo o mejor dicho la actuación sexual no tiene nada que ver con lo que Platón llamaba el ‘eros’ y mucho menos con lo que nosotros llamamos el ‘amor’. Aquí no se trata del amor sino que se trata solo de disfrutar a la salida de un boliche, como acá se dice, y todo eso es justificado por los sexólogos, a quienes les parece lo más bien. Este artículo es una página pornográfica de Clarín que, en todo caso, elogia y sugiere estas experiencias».
Vicios burgueses
Tras estos comentarios el prelado dijo que «estos son vicios burgueses. Son vicios de la burguesía, porque a la gente sencilla, a los pobres, estas extravagancias antinaturales no se les ocurren».
«En el artículo que he comentado -agregó- hay referencias a algunas películas de Hollywood. Hollywood, desde hace tiempo viene corrompiendo al mundo con muchas de sus películas y también ha presentado estos casos. La pornografía no está solamente en Internet, sino que se encuentra también en un diario popular». Y aludiendo a un eslogan del anterior gobierno: ‘Clarín miente’, expresó: «Yo no sé si miente o no miente, pero sí que pervierte, ciertamente».
Ya en la parte final de su columna televisiva monseñor Aguer expresó: «¿Y qué hacemos nosotros ante esto? Tenemos que decir las cosas claras como las estoy diciendo yo, llamarlas por su nombre, y si esto es una porquería es una porquería; que vamos a hacer».
Y concluyó: «Detrás de todo, lo que se está enajenando es la belleza de las cosas que Dios ha creado, porque el sexo es una cosa bella. La unión del varón y la mujer es una cosa bella y esa unión física es símbolo del amor y de un amor para siempre, de un reposo en el bien amado y tiene un doble significado: el unitivo que proporciona ese gozo y el procreativo porque es para comunicar la vida, aunque esta finalidad esencial haya sido bloqueada ya hace tiempo por los anticonceptivos. Sin embargo, la naturaleza sigue siendo siempre como es y suele volver por sus fueros. Nosotros ante estas porquerías tenemos que decir que eso no está bien, porque la relación sexual es entre un varón y una mujer, es para quererse para toda la vida y es para tener hijos. Así de sencillo. ¿Qué es esto? Es la misma Creación de Dios, la naturaleza humana».+