(LifeSiteNews/InfoCatólica) Frente a la perspectiva de un presidente próvida en la Casa Blanca, los defensores del aborto están planeando preservar el aborto en la América posterior al caso «Roe contra Wade».
El alcalde de Boston, Martin J. Walsh, ha afirmado que quiere establecer su ciudad como un refugio para los abortistas, lo que algunos han apodado una «meca del aborto».
«Creo que muchas de las clínicas [del aborto] probablemente buscarán ciudades como Boston para ir [a producir abortos]», declaró a «Herald Radio». «Eso estoy seguro de que nos enfocaremos en ello las próximas semanas y meses».
Walsh especuló que la Corte Suprema de los Estados Unidos puede ser «conservadora durante los próximos 30 años», y eso para él «no es algo bueno».
El presidente electo, Donald Trump, dijo que si el resultado del juicio «Roe versus Wade» fuera revocado, la legalización y las limitaciones del aborto serían decididas por cada estado, por lo que las mujeres que quieran abortar tendrían que viajar a un estado abortista.
Pero Trump aseguró a Leslie Stahl durante una entrevista de 60 minutos el domingo que ese día, si alguna vez llega, está lejos. «Queda un largo camino por recorrer, sólo para que entiendas. Hay un largo, largo camino por recorrer.»
Walsh, quien apoyó a Hillary Clinton y hizo campaña por ella, comentó que Trump podría retrasar lo que él considera el «derecho al aborto» durante años. «Se podría hacer mucho daño a este país si el candidato Trump llegase a ganar las elecciones… Hay mucho en juego aquí», había dicho.
«El daño que potencialmente podría ocurrir, si (Trump) cumple aunque sea la mitad de sus promesas electorales», reflexionó Walsh, « tomaría décadas para recuperarse».
Por «daño», Walsh se refirió a la legalización y promoción del «matrimonio» entre homosexuales, la homosexualidad, el aborto, la eutanasia, el cambio de sexo y otros cambios prioritarios para la agenda LGTBI.