(NCRegister) El artículo publicado el 15 de Noviembre, recogía los comentarios críticos hechos por el cardenal electo Farrell -nombrado en septiembre por el papa Francisco como el primer prefecto del recientemente creada Dicasterio para Laicos, Familia y Vida-, sobre la manera en la que está siendo implementada la exhortación apostólica Amoris Laetitia del papa Francisco, en algunas diócesis de Estados Unidos.
Según informó CNS, el Cardenal electo dijo que creía que los obispos norteamericanos deberían haber discutido cómo implementar la exhortación apostólica del Papa a nivel de la conferencia Episcopal de los Estados Unidos, antes de que las diócesis comenzaran a implementar sus propias directrices pastorales de manera individual.
El arzobispo Chaput es uno de los obispos norteamericanos que recientemente han establecido directrices sobre el mencionado documento, el mismo que ha generado controversia debido a la ambigüedad de su redacción, sobre todo en el tema de la recepción de la comunión de los católicos divorciados vueltos a casar civilmente. Las directrices pastorales de la Archidiócesis de Filadelfia entraron en vigor el 1 de julio.
En el artículo del CNS, el cardenal electo Farrell criticó específicamente el enfoque del arzobispo Chaput sobre la cuestión de la recepción de la comunión.
«No comparto la opinión del arzobispo Chaput, no. Creo que hay todo tipo de circunstancias y situaciones muy diferentes que tenemos que ver».
«Creo que de eso está hablando el Santo Padre. Cuando hablamos de acompañamiento, no se trata de una decisión tomada sin considerar a la pareja. Obviamente, hay una ley moral objetiva. Nunca encontrarás dos parejas que tengan la misma razón para divorciarse y volverse a casar».
Las respuestas omitidas
CNS publicó como noticia algunos extractos de las respuestas del arzobispo Chaput, a las preguntas presentadas por la propia agencia de prensa de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos, haciendo referencia a su comprensión sobre el tema de la recepción de la comunión, así como a la razón por la cual juzgó apropiado emitir las directrices pastorales para su archidiócesis cuando lo hizo.
Pero gran parte del contenido de lo que el arzobispo comunicó al CNS no se vio reflejado en la noticia del 15 de Noviembre.
Notablemente, se omitieron las observaciones del Arzobispo Chaput que destacan que él, a diferencia del Cardenal electo Farrell, participó en el Sínodo sobre la Familia del 2015 en Roma y que ahora es miembro del órgano permanente del sínodo de los obispos. Igualmente, Mons. Chaput cuestionó al cardenal electo Farrell sobre su familiaridad con el contenido real de las directrices pastorales de la archidiócesis de Filadelfia; enfatizando que «cada obispo de los Estados Unidos siente una fidelidad especial al Papa Francisco como Santo Padre». También se omitieron los comentarios finales del arzobispo, en los que destaca que la autoridad de las diócesis recae exclusivamente en el obispo local y no en las conferencias episcopales nacionales.
Concluyó el Arzobispo Chaput: «Como ex obispo residente, el cardenal muy seguramente sabe esto, lo que hace sus comentarios aún más desconcertantes, a la luz de nuestro compromiso con la colegialidad fraterna».
A continuación se presenta el texto completo de las respuestas del arzobispo Chaput a las preguntas formuladas por Catholic News Service, las mismas que fueron publicadas por el sitio de noticias de la arquidiócesis CatholicPhilly.com:
1. ¿Está su comité ad hoc planeando una consulta con la USCCB (Conferencia de los Obispos Católicos de los Estados Unidos) sobre la implementación de Amoris Laetitia?
Ya se ha hecho. El comité solicitó a los obispos de todo el país que compartieran sus ideas y experiencias. Ese trabajo se ha concluido hace ya algunas semanas. El informe del comité fue entonces presentado al arzobispo Kurtz como presidente de la USCCB. Ahora el cardenal DiNardo, como nuevo presidente de la conferencia, actuará sobre él como corresponde y como el liderazgo de la conferencia considere apropiado.
2. ¿Por qué consideró importante la publicación de las directrices pastorales en su archidiócesis, las cuales entraron en vigor el 1 de julio?
Porque ambos, tanto el documento final del Sínodo como el Papa Francisco en Amoris Laetitia animaron a los obispos locales a hacerlo. En realidad, usted me hace una pregunta bastante rara. Es mucho más sensato preguntarse: ¿Por qué un obispo se retrasaría en interpretar y aplicar Amoris Laetitia en beneficio de sus fieles? En una cuestión tan vital como la del matrimonio sacramental, la vacilación y la ambigüedad no son ni sabias ni mucho menos caritativas.
Usted recordará, estoy seguro, que yo fui delegado del sínodo del 2015, luego fui elegido y nombrado miembro del consejo permanente del sínodo. Así que estoy familiarizado con el material y su contexto de una manera en que el Cardenal electo Farrell no puede.
Amoris Laetitia fue publicada el 8 de abril. Nuestras directrices estuvieron realmente listas el 1 de Junio, después de consultar a nuestro Consejo de Sacerdotes, al Consejo Pastoral Archidiocesano, a los obispos auxiliares, a la facultad del seminario y a una variedad de expertos litúrgicos, canónicos y teológicos, tanto laicos como del clero, quienes hicieron excelentes sugerencias. Esperamos hasta el día primero de Julio para completar una revisión final. Otros obispos han emitido sus propias directrices y respuestas, las que guardan consistencia con las circunstancias de sus diócesis y que sólo ellos, como obispos locales, conocen con verdadera intimidad.
3. El Cardenal electo Farrell ha dicho al CNS que cree que, basándose en el Capítulo 8, un pastor no puede decir a todos los divorciados vueltos a casar: «Sí, reciban la comunión.» Pero tampoco se les puede decir: «No, no es posible, a menos de que vivan como hermanos. «¿Cómo respondería a esta observación?
Me pregunto si el Cardenal electo Farrell realmente ha leído y entendido las directrices de Filadelfia, las mismas que parece estar cuestionando. Las directrices tienen un claro énfasis en la compasión y en la misericordia .
Esto tiene sentido pues las circunstancias individuales son a menudo muy complejas. La vida es en sí confusa. Pero la misericordia y la compasión no pueden separarse de la verdad y seguir siendo virtudes legítimas. La Iglesia no puede contradecir ni esquivar las Escrituras ni su propio magisterio, sin invalidar su misión. Esto debería ser obvio. Las palabras del mismo Jesús en cuanto al divorcio son muy directas y radicales.
4. ¿Tiene algún otro comentario que le gustaría hacer?
Creo que cada obispo en los Estados Unidos siente una fidelidad especial al Papa Francisco como Santo Padre. Vivimos esa fidelidad haciendo el trabajo que se nos encomendó hacer como obispos.
Bajo el derecho canónico -sin mencionar el sentido común- el gobierno de una diócesis pertenece al obispo local como sucesor de los apóstoles, no a una conferencia, aunque las conferencias episcopales pueden a menudo proporcionar un valioso foro de discusión. El Cardenal electo sabe todo esto seguramente, lo que hace que sus comentarios sean aún más desconcertantes a la luz de nuestro compromiso con la colegialidad fraterna.
Publicado originalmente en NCRegister.
Traducido por Sergio, del equipo de traductores de InfoCatólica