(Andalucía Información/InfoCatóica) El obispo diocesano, Mons. Rafael Zornoza Boy ha presidido una ceremonia en la iglesia castrense, que ha estado concelebrada por el párroco, Gonzalo Núñez del Castillo, el vicario general de la Bahía, Lázaro Albar Marín y el arcipreste de San Fernando, Alfonso Gutiérrez Estudillo, entre otros sacerdotes.
Después de más de una hora de Eucaristía, donde la iglesia de San Francisco ha estado llena de fieles, comenzó una procesión con el Santísimo bajo palio, acompañado de cantos eucarísticos y por cientos de personas, hasta el punto de que cuando el Santísimo salía del templo castrense, la cabeza de la procesión ya estaba en la calle Héroes de Baleares.
El Santísimo se ecuentra ya en exposición permanente en la capilla de la calle Tomás del Valle, número 5. Actualmente es la única capilla de adoración perpetua de la diócesis, por lo que también se espera que a San Fernando lleguen fieles de otras poblaciones.
Tras rezarse la exposición del Santísimo en la capilla de la calle Tomás del Valle, el obispo firmó una dedicatoria en el libro donde cada uno de los adoradores deberán firmar su presencia. En torno a medio millar de isleños se han inscrito para formar parte de algún turno de vela ante el Santísimo. El obispo agradeció la colaboración de los adoradores. El coordinador general de los adoradores, Francisco Vázquez Vargas, se mostraba más que satisfecho del trabajo de cada coordinador de turno y de los 24 de hora y días, además de la respuesta de los fieles.
El itinerario formado por la calle Real, Héroes de Baleares, Lanuza y Tomás del Valle, ha estado plagado de cantos al Santísimo, compartido por cientos de isleños. En el traslado a la capilla de adoración perpetua, los coros de Puri Pedreño y San Juan de la Cruz han acompañado al Santísimo tras el palio.
Hay más de 3.000 capillas de adoración perpetua en el mundo y en España, la de San Fernando supone la número 47. A partir de ésta, primera en la diócesis de Cádiz y Ceuta, se quiere extender la apertura de capillas de adoración perpetua por distintas ciudades de la diócesis, estando como objetivo ahora el Campo de Gibraltar.