(LifeSiteNews/InfoCatólica) La escritora J.K. Rowling, autora de la exitosa serie de libros de Harry Potter, sugirió que la nueva película de la serie «Animales fantásticos y dónde encontrarlos» contará con una relación homosexual entre personajes prominentes.
En 2007 Rowling había generado controversia cuando declaró que Albus Dumbledore, el director sabio y dotado de la escuela de brujos, era gay, aunque no había en los libros indicio alguno de que así fuera.
Por ser una precuela, «Animales fantásticos y dónde encontrarlos» contará con un Dumbledore «más joven y bastante problemático», dijo Rowling en una conferencia de prensa el jueves, donde dejó en el aire la insinuación de que desarrollaría la trama de su homosexualidad: «En cuanto a su sexualidad se refiere… Mira este espacio»
«No siempre fue el sabio», explica Rowling, «Lo veremos en ese período formativo de su vida».
Ella dijo que habrá «mucho que destapar» en la amistad juvenil de Dumbledore con uno de sus contemporáneos, que más tarde se vuelve malvado. Rowling sugirió que la secuela de «Animales fantásticos y dónde encontrarlos», desarrollará la relación homosexual en mayor profundidad.
El grupo de fans de Harry Potter «Alliance» es bien conocido por su promoción de la agenda de los colectivos LGTB y Rowling habla frecuentemente en nombre de las causas liberales.
Enseñanza católica
Los críticos de Harry Potter, como el fallecido exorcista del Vaticano Padre Gabriel Amorth y el Papa Emérito Benedicto XVI, han alertado que los temas subversivos de la serie pueden predisponer negativamente a los niños a la curiosidad sobre lo oculto.
Respecto al tema de la homosexualidad la Iglesia Católica enseña en su Catecismo (CEC 2357):
Castidad y homosexualidad
La homosexualidad designa las relaciones entre hombres o mujeres que experimentan una atracción sexual, exclusiva o predominante, hacia personas del mismo sexo. Reviste formas muy variadas a través de los siglos y las culturas. Su origen psíquico permanece en gran medida inexplicado. Apoyándose en la Sagrada Escritura que los presenta como depravaciones graves (cf Gn 19, 1-29; Rm 1, 24-27; 1 Co 6, 10; 1 Tm 1, 10), la Tradición ha declarado siempre que «los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados» (Congregación para la Doctrina de la Fe, Decl. Persona humana, 8). Son contrarios a la ley natural. Cierran el acto sexual al don de la vida. No proceden de una verdadera complementariedad afectiva y sexual. No pueden recibir aprobación en ningún caso.