(ACI/Actuall) «Los electores católicos deben ser conscientes de lo que dicen los partidos políticos sobre temas esenciales. El derecho a la vida es el más importante y fundamental derecho ya que la vida es necesaria para cualquier otro derecho o asunto», expresó el Arzobispo en su columna titulada «Votando como católico en el 2016», publicada en El Pueblo Católico.
En el texto, Mons. Aquila señaló que desde que emitió su primer voto en 1972, «nunca había experimentado unas elecciones como las de este año», donde «ambos candidatos (Hillary Clinton por los demócratas y Donald Trump por los republicanos) dejan mucho que desear, tienen poca credibilidad y han hecho y dicho comentarios que me han erizado la piel».
Ante esto, «¿qué es lo que los católicos deberíamos hacer cuando votemos en noviembre?», preguntó. Mons. Aquila relató que en una reciente cena un grupo de católicos formados -algunos de los cuales apoyaban a Clinton y otros a Trump-, le preguntaron cuál era su opinión.
«En primer lugar, les compartí mi disconformidad con ambos candidatos. Luego les dije que necesitaban analizar los programas de ambos partidos, con un énfasis en los temas de la vida humana (…). Ellos sabían que «los católicos en buena conciencia no pueden apoyar a candidatos que aprueban el aborto», señaló.
En ese sentido, el Arzobispo indicó que la mejor guía es «permitir que sea su encuentro personal con Cristo y la Iglesia los que guíen sus decisiones políticas. Y digo esto porque creemos que esta verdad sobre nosotros mismos y el mundo en que vivimos es revelada en y a través de Él. Nuestra sociedad sufre y ha sufrido desde hace tiempo porque muy pocas personas viven una vida íntegra en la que no se vea dividido ‘lo personal’ de ‘lo público’».
Esto al recordar que «cuando han estado de por medio cuestiones sobre la vida, los políticos católicos de los dos bandos han puesto la propia ideología por encima de su fe y de la obligación de vivir la propia fe en el foro público».
Posiciones de ambos partidos
Sobre las posiciones de ambas agrupaciones en temas fundamentales, el Arzobispo de Denver indicó que lo más relevante es el pedido del Partido Demócrata para que se revoque la Enmienda Hyde, que es «una disposición aprobada por ambos partidos para ser incluida en el presupuesto federal y en otras leyes de gastos por 40 años», y que prohíbe que el dinero federal sea usado para el aborto.
Además, indicó, el partido que postula a Clinton también pide «la derogación de la enmienda Helms, que prohíbe a los Estados Unidos apoyar el aborto en el extranjero».
Por su parte, el Partido Republicano apoya la Enmienda Hyde y «ha reforzado su defensa de la vida pidiendo la suspensión de fondos para Planned Parenthood, prohibiendo el aborto por desmembramiento y oponiéndose al suicidio asistido».
Luego, Mons. Aquila abordó la importancia de la libertad religiosa y de conciencia, vulneradas por el mandato de los Servicios Humanos y de Salud de Barack Obama, que obliga «a proveer de métodos de anticoncepción, esterilización y algunos abortivos en el plan de salud de los empleados», y que había pretendido forzar a las religiosas de las Hermanitas de los Pobres «a violar sus conciencias».
«Hay otros temas que pueden ser debatidos legítimamente entre los cristianos -como cuáles políticas son las más efectivas en el cuidado de los pobres- pero cada seguidor de Cristo debe oponerse en todo momento a la muerte directa infligida a un ser humano inocente. Y no hay excepciones legítimas en esta enseñanza», afirmó.
La Iglesia no puede cambiar sus enseñanzas
Señaló que la Iglesia no puede cambiar sus enseñanzas –como pretenden algunos políticos e incluso católicos-, sobre el aborto, la unión de parejas homosexuales y la eutanasia, «porque esto sería negar a Cristo» y separarse «a sí misma de la vid y se marchitaría (…) y cuanto más nos alejemos de Jesucristo y de sus enseñanzas, más vacías estarán nuestras iglesias».
En ese sentido, lamentó que «hoy estamos donde estamos porque muchos católicos y otras personas de fe han optado por los caminos del mundo y no por los caminos de Cristo. No han servido como levadura que transforma la sociedad, sino que han condonado el mal y la cultura del descarte la cual, como el Papa Francisco nos recuerda constantemente, debemos rechazar».
Advirtió que «si no somos capaces de hacer esto, el gobierno vendrá para llenar ese vacío. En efecto, el Gobierno se convertiría en ‘Dios’ e impondría sus creencias a los ciudadanos. Por ello mi consejo a los católicos al votar en las próximas elecciones presidenciales es primero mirar quién está formando tu conciencia: Tu encuentro personal con Jesucristo y la Iglesia, -la voz de Dios que no puede contradecir la verdad o la revelación-, o la ideología de algún partido político».
«Si tú vives tu fe católica no podrás estar completamente alineado con ningún partido político, lo cual está bien», indicó el Prelado, quien llamó a los fieles a votar «como todo católico tiene la obligación de hacer en el proceso político».
«Para muchos, su voto en las próximas elecciones implicará elegir el mal menor (…). Escucharás seguramente mucho más en los días y semanas por venir. Mantengamos a nuestro país y nuestro Estado en nuestras oraciones diarias, y pidámosle a Dios protección y bendiciones en estos tiempos difíciles y de tanto desafío que estamos viviendo. Y con caridad oremos por la conversión de los que apoyan la cultura del descarte y de la muerte», culminó.