(SIC) En su homilía, el arzobispo de Santiago indicó que «el profeta Amós aborda el tema del dinero injusto, de forma que toda injusticia se sitúa no en el dinero mismo sino en el uso que los opresores hacen de él, llevando a manipulaciones sin escrúpulos en la vida económica, a fraudes manifiestos y a la valoración del pobre como pura mercancía. Todo esto es un atentado contra la persona».
La organización de la jornada corrió a cargo de Cáritas Diocesana de Santiago de Compostela, con la participación de otras asociaciones. Los participantes en la jornada , y como gesto público, elaboraron un mural para reclamar un trabajo decente y leyeron el manifiesto de la Jornada Mundial.
Monseñor Barrio señaló, además, en su homilía que «para el buen funcionamiento de la sociedad es prioritaria la promoción de un trabajo digno para todos. La carencia de trabajo genera pobreza y disgregación social, y mina la dignidad de la persona humana». El arzobispo expresó su cercanía con el papa Francisco, quien «con frecuencia manifiesta su preocupación por las personas que no cuentan con un empleo, viéndose menoscabados en su dignidad porque no son capaces de aportar alguna ayuda a la familia por medio de su trabajo».
Monseñor Barrio explicó, también, que «nadie duda de que el auténtico camino para la inclusión social es el trabajo dignamente remunerado, rechazando conductas consumistas y materialistas que no aprecian el trabajo» , al tiempo que recordó que «la Iglesia acompaña la vida de tantas personas que buscan su dignidad en el trabajo y en su desarrollo pleno».