(Actuall/RenL) Serafino Ferrino es el alcalde de una pequeña localidad de 5.000 habitantes de la región italiana del Piamonte. A sus 68 años y tras haber sido reelegido cuatro veces como regidor se ha encontrado ahora con un fuerte enemigo enfrente: el lobby LGTBI.
Este este alcalde ha sido el primero en su país que se ha negado a oficiar la «boda» entre dos hombres desde que se aprobara recientemente la ley que permite este tipo de uniones.
«Para mí la familia está compuesta solo por un hombre y una mujer, no por dos hombres o por dos mujeres», asegura, tal y como recoge Religión en Libertad. Además, añade que «eso podrán ser uniones, pero no son familias. Creo firmemente que la base de la sociedad es la familia. Sin familia no hay sociedad. Es la que educa a los hijos, la que trabaja sobre el terreno».
Sin embargo, a nadie puede pillarle por sorpresa su actitud pues ya había avisado en varias entrevistas que ni celebraría estos actos ni delegaría la función porque sería una forma indirecta de colaboración.
Por ello, el lobby LGTBI se ha lanzado a por Sefarino Ferrino con el apoyo de gran parte de los medios de comunicación italianos. Incluso ya le han avisado de que varias asociaciones gais le van a demandar.
Y es que esta ley no contempla la objeción de conciencia por lo que se enfrentará a graves consecuencias legales. Pero a él le da igual. «Simplemente obedezco a mi conciencia», asegura Ferrino.
Lo más curioso del caso es que los dos hombres que querían que les casase no son de Favria, la localidad de la que es alcalde por lo que Serafino Ferrino no cree que sea casualidad pues considera que han elegido precisamente este pequeño pueblo para que se genere esta polémica.
Al justificar el por qué se opone a celebrar este acto evitando así meterse en problemas, el alcalde es tajante: «Por razones éticas y morales, porque soy católico practicante y porque como alcalde tengo el deber de oponerme a una ley injusta. Soy un católico que intenta hacer política siguiendo el Magisterio de la Iglesia. Nadie puede impedirme profesarlo».