(AIN) Tras el homicidio, Mons. Franco Mulakkal, obispo de Jalandhar, expresó: «Dios, perdónalos porque no saben lo que hacen. Todas las pruebas indican que en Punjab hay persecuciones».
El hecho ocurrió el 11 de septiembre pasado en el pueblo de Veroke, alrededor de las 12.30 (hora local). Los agresores se reunieron frente a la vivienda de la mujer, tocaron a la puerta de entrada, la arrastraron fuera de la casa y la golpearon reiteradas veces con un hacha. Harkamal Preet Singh Khakh, superintendente de policía de Amritsar, informó que Kaur murió desangrada a causa de las heridas recibidas.
Asia News señala que Balwinder Kaur resistió durante cuatro horas antes de morir. Y según declaraciones de la policía los atacantes le infligieron numerosas heridas bajo las rodillas, probablemente para que la muerte fuera más lenta, cuando en lugar de eso podrían haberla acuchillado a muerte de inmediato».
En el año 2015 la mujer había recibido una descarga eléctrica en un accidente, lo cual le provocó un retraso mental. Los agentes sospechan que detrás del homicidio estén los radicales sijs. El año pasado, Kaur fue denunciada por entrar en pantuflas a un gurudwara (lugar de culto sij).