(AIN) Los tres diáconos que serán ordenados pertenecen al Vicariato apostólico de Luang Prabang y llevan el nombre de bautismo de tres grandes santos: se trata de don Pablo Lattana Sunthon, don Agustín Saegna Sii Bunti, don Miguel Kanthak Vilae LuongDi.
La celebración del 11 de diciembre, estará presidida por el enviado especial del Papa Francisco, el cardenal filipino Orlando Quevedo, Arzobispo de Cotabato. Mientras que en la misa de ordenación sacerdotal del 16 de septiembre estarán presentes los obispos laosianos de los Vicariatos Apostólicos de Vientián, Luang Prabang, Savannakhet y Paksè.
Mons. Louis-Marie Ling Mangkhanekhoun, Vicario Apostólico de Paksé, ha expresado sobre estos acontecimientos: «Se trata de un momento histórico para nuestra iglesia, un verdadero año de gracia». Y continuó, «estamos muy felices trabajamos en la preparación de estos dos eventos importantes. El país se está abriendo más y más y también nosotros nos estamos beneficiando de esta nueva actitud.
Fides señala que los mártires laosianos, 17 en total, fueron reconocidos por el Papa Francisco en 2015, a través de dos causas diferentes: la primera es la del misionero italiano, el p. Mario Borzaga OMI y del primer catequista local, Pablo Thoj Xyooj, asesinados in odium fidei en 1960. La segunda se refiere al primer sacerdote laosiano, Jose ThaoTien y a otros 14 compañeros, de los cuales diez eran misioneros pertenecientes a las Misiones Extranjeras de París (MEP) y a los Oblatos de María Inmaculada (OMI). Junto a ellos cuatro catequistas laicos indígenas. Los quince fueron asesinados entre 1954 y 1970 por la guerrilla comunista Pathet Lao.
Mons. Louis-Marie también declaró además que esperan «poder fortalecer la cooperación con las autoridades civiles para el bien de la Iglesia y del pueblo de Laos. En las celebraciones contaremos con invitados especiales, como los obispos o los representantes de Camboya (con los que compartimos la Conferencia Episcopal) y esperamos también a los obispos de otros países vecinos. Para nosotros será un momento de plena comunión con la Santa Sede y con la Iglesia universal. Por último el prelado agradeció «de todo corazón al Papa Francisco por haber establecido que la celebración de los mártires se tenga en Laos. Es un gran regalo para todos nosotros».