(Zenit) El día anterior, el Santo Padre celebrará en la plaza de San Pedro la audiencia general y dará la catequesis para el mundo del voluntariado y los trabajadores de Misericordia. Y posteriormente, el lunes 5 de septiembre, por primera vez se celebrará la fiesta de santa Teresa de Calcuta y el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, presidirá una misa en la plaza de San Pedro.
Además, con ocasión de la canonización, la Secretaría para la Comunicación implementará, en cooperación con MC360PHOTO, el proyecto «Yo estuve allí», una foto panorámica de altísima resolución de la plaza de San Pedro que, partiendo de la visión completa de la plaza repleta de fieles, permitirá hacer zoom sobre el rostro de cada participante. Se podrá visitar, desde el día después de la ceremonia, en la página web www.motherteresasaint.com. Lo ha anunciado el director de la oficina de prensa de la Santa Sede, Greg Burke, durante la rueda de prensa de presentación de la canonización.
En la rueda de prensa ha participado también sor Mary Prema Pierick, M.C., superiora general de las Misioneras de la Caridad, quien ha recordado los momentos compartidos con la futura santa. «Era siempre muy humilde con nosotras», ha señalado. Asimismo ha explicado que la Madre Teresa «aceptaba todo, también las cosas difíciles» y «nos alentaba a continuar».
Por otro lado ha asegurado que las llevaba «cada vez más cerca a Jesús, a la Virgen María». No hacía nada para unir a la gente a ella –ha observado– pero con su ejemplo lo conseguía.
La superiora también ha querido recordar que a la oración de las 5 de mañana, Madre Teresa era la primera en llegar. Y después de la misa «estaba lista para ayudar a todos». Y ha añadido: «su sonrisa era el mejor regalo para Jesús y para nosotras». Sor Mary ha recordado también que la futura santa, de origen albanés, era siempre muy obediente. Si el médico la recomendaba ciertas medicinas, ella obedecía.
Su visión del mundo y de las personas –ha recordado– estaba inspirado en el amor infinito por el Señor. Y su trabajo con los más pobres deriva «de este profundo amor por el Señor». Finalmente ha querido precisar que «tenemos que continuar su ejemplo y herencia».
En segundo lugar ha participado el padre Brian Kolodiejchuk, M.C., superior general de los padres Misioneros de la Caridad y postulador de la causa de canonización de Madre Teresa. Él ha observado que le parece justo que sea canonizada en el año de la misericordia porque «era muy consciente de la necesidad de la misericordia». Por otro lado ha hablado también de la pobreza interior que Madre Teresa reconocía en sí misma, «la Calcuta de mi corazón» que la llevaba a decir «Calcuta está en todos lados». El postulador ha asegurado que Madre Teresa es «una santa para todos», porque compartió el sufrimiento de Jesús.
Finalmente, ha tomado la palabra Marcílio Haddad Andrino, de Brasil, quien recibió el milagro por intercesión de la beata Teresa de Calcuta, que ha permitido la canonización. Marcílio, acompañado por su mujer, ha narrado cómo fue el proceso de la curación inexplicablemente en diciembre del 2008, cuando sufrió una infección bacteriana en el cerebro que le generó ocho abscesos cerebrales graves y un dolor de cabeza insoportable. Todo comenzó cuando un amigo sacerdote animó a Marcílio, recién casado, y a su esposa a orar pidiendo la intercesión de la Madre Teresa. Por su parte, su esposa, ha recordado que «cuanto más difícil era la situación, más rezábamos». Cuando la medicina ya no podía hacer nada –ha recordado– he rezado mucho y he pedido a Madre Teresa que intercediera para curar a su marido, si era la voluntad de Dios.
¿Te has preguntado alguna vez por qué yo?, le ha preguntado una periodista a Marcílio. «Dios es misericordioso con todos, sin distinción», ha aseverado Marcílio.