(AsiaNews) La Iglesia ortodoxa copta egipcia ha llegado a un acuerdo con el Gobierno, en relación a la propuesta de la ley sobre la construcción y restauración de los lugares de culto cristianos. Una norma desde hace tiempo y aplazado en repetidas ocasiones, que en las últimas semanas había hecho elevar el nivel de confrontación entre las autoridades de El Cairo y los jefes de la minoría cristiana local. En los últimos días, de hecho, el liderazgo copta había marcado como enmiendas «inaceptables» y «poco prácticas» algunas adiciones planteados por el gobierno a la ley, elaborada conjuntamente por todas las iglesias egipcias.
Ayer hubo una reunión de emergencia en presencia de 105 obispos coptos, que han estudiado el texto de la ley; una reunión que siguió a la cumbre entre el presidente Abdel-Fattah al-Sisi y el primer ministro Sherif Ismael, en cuyo centro estaba también la cuestión de la ley sobre los lugares de culto.
En un comunicado difundido hoy, la Iglesia copta confirma el logro de una «fórmula de compromiso» con «funcionarios del gobierno». Ahora la ley, que consta de 10 artículos, será enviada al Ejecutivo para su aprobación y remitida al Parlamento para su ratificación final preludio para su entrada en vigor.
Los líderes coptos esperan que la regla pueda ser «un paso adelante» en términos de libertad e igualdad de culto, lo que facilitaría el proceso –hasta ahora muy complejo y requiere años– que conduzca a la construcción de una iglesia u otro lugar de culto cristiano . En el pasado, era evidente la diferencia de trato entre cristianos y musulmanes. Por otra parte, en los últimos días la comunidad copta ortodoxa había hecho críticas sobre las enmiendas propuestas por el gobierno, entre ellas: el permiso para construir iglesias, siempre que se construyan sin cruces y cúpulas en la fachada externa; y además, que el espacio ocupado por el edificio sea «proporcional» al número de fieles de la zona, un hecho difícil de evaluar y que se presta a la manipulación de los límites.
Sigue la violencia contra los cristianos
Mientras tanto, no se detienen los ataques contra lugares de culto y objetivos cristianos en el país por parte de grupos extremistas o atacantes individuales. Ayer por la mañana un hombre con un cuchillo atacó en la iglesia de la Virgen María en Nozha, un suburbio de El Cairo. Se las arregló para apuñalar a un guardia, responsable del control y la seguridad de la Iglesia copta, antes de ser muerto por sus colegas.
Las autoridades de la capital egipcia han abierto una investigación sobre el asunto; sin embargo, hasta ahora no han revelado la identidad del agresor y las razones que han llevado al hombre a atacar.
En los últimos años han aumentado la violencia contra la comunidad cristiana en el país del norte de África, en particular contra la minoría copta. En muchos casos detrás de los ataques están grupos extremistas islámicos que desean castigar a los coptos para apoyar el golpe militar que llevó a la destitución del ex presidente Mohamed Morsi, cercano a los Hermanos Musulmanes.
En los meses que siguieron a la subida de los militares y el nuevo jefe de Estado, el ex general Abdel-Fattah al-Sisi, decenas de iglesias de todo el país han sido incendiados o sufrido actos de vandalismo; la mayor parte de los incidentes de violencia contra los cristianos –10% de la población, de un total de 91 millones de personas– han tenido lugar en el Alto Egipto.
El mes pasado, en respuesta al ataque a la comunidad copta de Minya, el presidente Al-Sisi pidió una investigación exhaustiva sobre el asunto y el castigo de los autores; Entre las primeras medidas, la eliminación del jefe de seguridad de la zona. Asimismo, aseguró que el Estado va a hacer todo lo posible para proteger a los cristianos y garantizar la igualdad de trato de los ciudadanos, aunque «se necesita tiempo para cambiar la cultura dominante».
¿El nuevo presidente mejorará la situación de libertad religiosa?
A pesar de los ataques y las incertidumbres sobre la aprobación de la ley, la comunidad copta mantiene su apoyo y agradecimiento por las palabras del presidente sobre el tema de la libertad religiosa y la igualdad de derechos. No es raro, de hecho, encontrar gente en Egipto que comparten la opinión de Samiyah, 70 años, cristiana copta de la iglesia de Mar-Girgis en Heliópolis.
La mujer suele para orar por su familia y «especialmente por mis hijos en Canadá y Australia» y «por supuesto por mi país». Samiyah espera que «no pase nada malo», al presidente Al-Sisi, porque es «uno de los pocos que salvó a Egipto en una fase crítica». Sin embargo, la situación crítica de la economía podría empujar a la población a volver pronto a las calles para más protestas, poniendo en riesgo el liderazgo del ex general.
«Espero que sea prestada la mayor atención –añade– a las voces de las personas que sufren y que el presidente se rodee de los mejores asesores en el campo de la economía, teniendo en cuenta las prioridades reales del país». Por último, es necesario garantizar la protección de toda la minoría cristiana, especialmente en el Alto Egipto y la igualdad de derechos en términos de culto, porque las limitaciones que deben abordarse para la construcción de una iglesia no se aplican a su vez para las mezquitas.
«Espero que todos los cristianos pueden beneficiarse de una iglesia que no está demasiado lejos de donde viven. Sobre todo por el bien y la seguridad de las mujeres mayores de Alto Egipto –concluye Samiyah– que no pueden hacer largos viajes si no van acompañadas de un hombre».