(Agencias/InfoCatólica) El CQC, un organismo regulador independiente de los servicios de atención sanitaria y social, inspeccionó la sede corporativa basada de Marie Stopes International (MSI) el mes pasado y su centro de llamadas el 12 de agosto, y determinó que no estaba claro si el personal tenía suficiente preparación y experiencia para administrar la sedación y la anestesia y que tenía dudas sobre la prestación del consentimiento informado previo al aborto.
Simon Foote, director general de MSI, anunció que dejarían de practicar abortos a mujeres menores de 18 años y o pertenecientes a «grupos vulnerables», así como abortos bajo anestesia o sedación consciente, y todos los abortos quirúrgicos en sus instalaciones de Norwich.
Edward Baker, inspector general adjunto de hospitales en el CQC, declaró su satisfacción por la suspensión voluntaria. «En todo momento, nuestra prioridad es asegurar que los pacientes reciban cuidados de alta calidad, seguro, y compasivo»
Por su parte, Sir Bruce Keogh, director médico nacional del Servicio de Salud del Reino Unido (NHS), aseguró que se estaban tomando medidas inmediatas para que las mujeres afectadas por la suspensión de servicios del MSI tuvieran acceso a ellos. Mientras tanto, Ann Furedi, directora ejecutiva del British Pregnancy Advisory Service, principal competidor de Marie Stopes International en el Reino Unido, dijo que su director general, Simon Foote, debería dimitir.
Satisfacción y quejas de los grupos Pro Vida
Sin embargo, la Sociedad para la Protección de los Niños no Nacidos ha «condenado» la reacción del CQC, que de hecho «defiende las políticas ilegales de aborto del gobierno, que matan a los niños y, también a veces a las mujeres», dijo el secretario general de la Sociedad, Paul Tully.
Señaló el caso de Aisha Chithira, de 32 años, de Dublín, que murió el 21 de enero de 2012, horas después de su aborto en la clínica Marie Stopes en Ealing, al oeste de Londres. Un médico y dos enfermeras fueron acusados de homicidio el año pasado en relación con su muerte. La tragedia de Jade Rees, que se suicidó tres semanas después de un aborto «legal» el año pasado, muestra que el aborto es peligroso es para las mujeres «también desde la perspectiva de salud mental», señaló Tully.
El sitio web de MSI hace constar que opera en 38 países y que atiende a unas 70.000 mujeres al año en el Reino Unido. Aunque sus servicios son «privados», recibe millones de libras de financiación pública
Se ha conocido que el CQC no inspeccionó a MSI en 2014 ni 2015, pero anunció en marzo de 2016 que investigaría a estos centros en el Reino Unido. Se espera que el informe sobre la inspección se publique este otoño.
Peter D Williams, ejecutivo de Derecho a la Vida del Reino Unido, dijo: «El aborto destruye siempre la vida de los niños por nacer, pero también puede dejar cicatrices en las mujeres. Espero que esto abre un debate real por la escasa regulación del aborto en el Reino Unido; que conduzca al respeto y aplicación de la intención original del Parlamento en 1967, que primaba el bienestar de las mujeres y también el de sus hijos no nacidos».
También en Belfast
En Irlanda del Norte, Marie Stopes asegura que funciona siguiendo las directrices legales, según las cuales se permite el aborto sólo si la vida de la madre está en peligro o se enfrenta a graves riesgos para la salud física y mental. Si bien la CQC del Reino Unido no tiene allí competencia, el portavoz de Marie Stopes dijo que las restricciones a los abortos también se aplicarían en su centro de Belfast.