(Zenit) «Tanto adultos como niños han tenido oportunidad de hablar con el papa Francisco del inicio de su vida en Italia», informa la oficina de prensa de la Santa Sede. Asimismo, indica que «los niños han regalado al Santo Padre sus dibujos, y el Papa les ha dado juguetes y otros regalos». Los dibujos cuenta «la belleza de tener una casa» sin olvidar «los horrores de la guerra», precisa el periódico del Vaticano.
También han estado presentes en la comida el sustituto de la Secretaría de Estado, monseñor Angelo Becciu; Andrea Riccardi, fundador de la Comunidad de San Egidio junto con otros miembros de la comunidad; y el comandante del Cuerpo de la Gendarmería, Domenico Giani, y los dos gendarmes que colaboraron en el traslado de las familias desde Lesbos a Italia.
«Un momento de fiesta», han dicho los refugiados, pero también un gran mensaje de paz y de esperanza: «Tan grande que no encontramos ni siquiera las palabras para expresarlo», indica a Francisco, en nombre de todos, Suhila Ayiad. Una noticia publicada en el Osservatore Romano, cuenta que al inicio de la comida, el Papa ha rezado «por esta familia», para que el Señor «nos dé la paz en nuestra tierra».
Las familias acogidas por Francisco son cinco. Forman parte del grupo también tres personas, también sirias, que esperan reunirse pronto con sus seres queridos. Todos estaban en el campo de refugiados de Lesbos. Entre ellos hay nueve menores. Del total, diecinueve son musulmanes y dos cristianos: uno siro ortodoxo y uno católico.
Masa, de ocho años y medio, ha dibujado al Papa como si fuera una mariposa. Porque, le ha explicado, «nos has traído a salvo, hacia la paz, en tus alas».