(AIN) Los padres de los hermanos Astfan, su hermana y la esposa de Yousef siguen en Siria. «Ellos viven en Alepo. Es muy peligroso allí, pero no quieren dejar su país», señaló Yousef.
El joven sirio de 34 años quien ahora vive y trabaja en Dubai, se refirió a la persecución religiosa que catalogó de violenta y sostuvo que los cristianos que viven libres de ella deben apreciar lo que tienen y vivir en una dicha, conservarla, hacer lo que tengan que hacer.
Según publica Aciprensa, Al Astfan de tan solo 25 años vive en Alemania como refugiado hace unos 18 meses. Estudia para obtener su título de maestría en ingeniería mecánica. «Quiero continuar mis estudios», expresó.
A propósito de este encuentro de la juventud católica, Yousef compartió sus pensamientos: «esto te da un muy buen empujón para tu fe, estar aquí y ver a todos estos cristianos. Porque todo el mundo dice que Europa ya no hay cristianos», afirmó. «No, yo no veo esto». Y añadió: «me siento orgulloso de que todos estos cristianos están aquí. Especialmente cuando luchamos por nuestro cristianismo en Siria donde ser cristiano es una maldición y pueden asesinarte por esto».
Conmovido tras el reencuentro con su hermano, Yousef dijo: «no puedo creer que por fin esté aquí conmigo. »Mi familia está muy feliz porque por fin nos encontramos. Quisieran estar aquí también«. Su hermano Al también se emocionado de reunirse con su Yosuef expresó: «esto es genial, recordamos viejos tiempos».
Por último el mayor de los Astfan: «Sólo recen por Siria. No pueden hacer nada más».
La guerra en Siria comenzó en 2011. Más de 270 mil personas han muerto a causa de ella, mientras que más de 12 millones se han desplazado o se han convertido en refugiados. En medio de estas penurias, una gran cantidad de cristianos y otras minorías sufren persecución.