(Asia News) Fuentes chinas hicieron saber a AsiaNews que decenas de jóvenes y sacerdotes de varias diócesis de China fueron bloqueados por las autoridades, que les prohibieron ir a Polonia para encontrarse con el Papa Francisco y participar en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).
La 31 JMJ se realizará en Cracovia del 26 al 31 de julio y el pontífice estará presente desde el 28 de julio hasta el final del evento.
Se calcula que este año al menos dos mil jóvenes de China popular irán a Cracovia. Un joven de China del sur dijo a AsiaNews que el número es menor de cuántos fueron a Seúl en agosto de 2014 para la Jornada asiática de la Juventud, en la cual también estuvo presente el Papa Francisco. Muchos tuvieron que renunciar a viajar a Cracovia debido al costo demasiado elevado del pasaje aéreo; la crisis económica también redujo los canales de ayuda tradicional y muchos no han podido encontrar patrocinadores en el interior o en el exterior de China.
A algunos jóvenes se les ha rechazado la visa para viajar. Yendo a Europa, muchos de ellos esperaban también pasar por Roma para visitar los lugares sagrados cristianos; otros prefieren ir a Francia, para pasar por Lourdes y Lisieux, de modo de visitar el santuario mariano y los lugares de santa Teresita del Niño Jesús.
En Beijing, en el norte y en las diócesis de la costa oriental, las autoridades del gobierno han prohibido a los sacerdotes oficiales y no oficiales abandonar el país y los han obligado a permanecer en China porque se los considera demasiados cercanos al Papa.
Un sacerdote de China central fue interrogado por la policía sobre sus intenciones: «¿Quieres ir a Europa para participar en el encuentro religioso mundial? Si es así, no puedes viajar». El sacerdote mintió y dijo «No, sólo voy por turismo».
Algunos jóvenes no han recibido el pasaporte de parte de las autoridades. Otros han recibido el pasaporte y la visa y fueron inmediatamente a comprar el pasaje de avión. Pero fueron detenidos en el aeropuerto momentos antes de embarcarse al avión que los llevaría a Europa.
Un joven de Beijing comenta: «Las autoridades saben todo; saben que quienes se dirigen a Europa en este momento podrían ir a Cracovia. El problema lo tendrán cuando estos jóvenes y los sacerdotes vuelvan a China: sin duda serán sometidos a largos interrogatorios porque han osado mezclarse con jóvenes fieles de otras naciones. El control sobre las religiones y la idea de hacer crecer una Iglesia nacional y autónoma ve como un peligro la participación en los encuentros mundiales, como la JMJ.
Un sacerdote de la Iglesia oficial de Beijing dijo que si un colega suyo va a Cracovia de manera no oficial, a su vuelta arriesga perder su cargo pastoral o la ayuda que el gobierno brinda a su parroquia.