(Asia News) Suscita horror e indignación la decapitación de un niño palestino de tan sólo 11 años, perpetrada por un grupo armado de la oposición siria, Nur Eddin Zanki, cuya filmación comenzó a circular en los medios de comunicación social a partir del 19 de julio pasado. El autor de la violencia es un movimiento que está contra el gobierno y forma parte del Ejército sirio libre (FSA), considerado «moderado» por casi todas las cancillerías occidentales.
En el video aparece un niño aterrorizado, con actitud suplicante y desesperada, con evidentes signos de cardenales en el estómago y en las piernas; también presenta manchas de sangre en el brazo. Todos ellos, signos que demuestran las torturas sufridas antes de la toma.
En el trasfondo se oyen los gritos de los infamatorios «takbir», exaltando al verdugo que, en nombre de la «grandeza de Alá», justifica y santifica el asesinato del «enemigo de la fe». Enemigo que, en este caso, es un niño incapaz de hallar las palabras justas para convencer a los adultos de su inocencia. (PB)
Difundido en los medios, el video – que ha indignado incluso a los más incansables aliados del frente opositor a Assad en Siria- comienza con un «soldado» del FSA, brazo armado de la oposición, que proclama la sentencia contra el niño.
El miliciano recita la condena del muchachito con estas palabras: «No tienen más hombres, ahora nos envían niños». La filmación concluye con el verdugo que eleva al cielo la cabeza cortada del niño, mientras grita «Allah Akhbar» (Dios es grande) y «Estos son tus hombres, Bashar (Assad)». Luego sigue un grito de «Allah U Akhbar» lanzado por los presentes.
Tras la decapitación del niño, cuyo nombre es Abdallah Issa, y que vivía en el campo de refugiados palestinos de Handrat, al norte de Alepo, está la acusación de formar parte del Liwa’e Al Qods, el «Batallón de al Qods». La ejecución se llevó a cabo a bordo de una camioneta roja, estacionada en la plaza pública, delante de varias personas que se mostraban sonrientes y alegres ante semejante espectáculo macabro.
Algunos simpatizantes del movimiento Nur Eddin Zanki han tratado de justificar el crimen horrendo, afirmando en los medios que «el niño –tal como aparece en la filmación- tenía 19 años».
Los aliados del grupo se dirigieron a los dirigentes del grupo, pidiéndoles difundir un comunicado al respecto, en el cual sea especificada la edad de la víctima. Otros, en cambio, trataron de disminuir la gravedad del caso, hablando de un niño «sirio» oriundo de la ciudad de Homs. Como si la nacionalidad del niño pueda hacer alguna diferencia y tornase «lícita y admisible» la decapitación del pequeño sirio.
El comando general de Nur Eddin Zanki – apoyado por Turquía, Estados Unidos, Arabia Saudita y Qatar, considerado como oposición moderada, no terrorista y pacífica, autorizado a participar en la mesa de negociaciones- difundió ayer un comunicado en el cual admite, si bien de manera indirecta, la ejecución del niño. Para los líderes, se trataría de una «violación» no «representativa» de la actuación del grupo; a raíz del caso se instituyó una «comisión de investigación judicial» y los combatientes que aparecen en el video «fueron retirados para ser sometidos a un interrogatorio».