(ACI).- El atentado de la madrugada del 3 de julio en Bagdad, capital de Irak, que ha cobrado más de 200 muertos, es el más sangriento de los últimos días de los perpetrados por el Estado Islámico en el mundo. Aun así, para el país sumido en la violencia desde hace más de una década, ataques así son el «pan de cada día», denuncia un sacerdote misionero en la región.
Un vehículo lleno de explosivos y metralla detonó en el distrito comercial de Karada, de clase media alta y de mayoría musulmán chiita, matando al menos 215 personas de acuerdo a la cadena de noticias CNN. Horas más tarde, un nuevo atentado se produjo por la tarde en el vecindario de Shaab, al sureste de Bagdad, cobrando una vida más.
El grupo terrorista Estado Islámico (ISIS) se atribuyó la masacre. Los extremistas han alentado a sus militantes en diversas partes del mundo a realizar atentados durante el mes del Ramadán, de ayuno obligado para los musulmanes, que comenzó el 6 de junio y culminará el 6 de julio.
Dos días antes, el 1 de julio, el Estado Islámico había realizado un atentado en Daca, capital de Bangladesh, matando a más de 20 personas, algunos de ellos turistas de Italia, India, Estados Unidos y Japón.
La noche del 28 de junio, ISIS realizó un atentado en el aeropuerto de Estambul, acabando con la vida de 41 personas.
Declaraciones del padre Luis Montes, IVE
«El reciente atentado ha sido algo espantoso» y «más fuerte que los otros» realizados por el grupo terrorista musulmán, lamentó el P. Luis Montes, sacerdote misionero del Instituto del Verbo Encarnado (IVE), que ejerce su ministerio sacerdotal desde hace 20 años en Medio Oriente y más de cinco en Irak.
Recientemente trasladado a Erbil, en el Kurdistán Iraquí, el P. Montes vivió antes en Bagdad. Los atentados, dijo a ACI Prensa el P. Montes, son «el pan de cada día desde hace 13 años» y es algo que los iraquíes «sufren continuamente».
De acuerdo al último boletín de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) de febrero de este año, la violencia desatada en Irak por el Estado Islámico ha ocasionado más de 3,3 millones de desplazados internos en el país desde enero de 2014.
Según un informe de Naciones Unidas publicado a inicios de 2016, entre enero de 2014 y octubre de 2015 más de 18.100 civiles fueron asesinados y otros 36.000 han resultado heridos.
El informe de la ONU indicó que el Estado Islámico «continúa cometiendo una violencia sistemática y extendida y abusos contra las leyes internacionales humanitarias y de derechos humanos». En marzo, Estados Unidos reconoció como «genocidio» los crímenes de ISIS contra los cristianos y otras minorías religiosas en Siria, Irak y otras regiones que están bajo su poder.