Mons. Demetrio Fernánez: «La fe y la moral cristiana influyen en la decisión del voto»

En suma, Monseñor, que no votemos.

Todo eso lo sabemos, ahora ¡Cuál es ese partido!. Nadie se moja y las cosas quedan igual

Yo voy a votar al PP. ¿Puedo comulgar después?

Carlos, creo que no podrías, estarías en pecado mortal. Tendrías que confesarte y hacer el acto de contricción, y sería una hipocresía si no te arrepintieras de corazón.

Gracias Sr. Obispo. He buscado siempre la correspondencia entre mi fe y lo que proponen los partidos. No me ha convencido nunca lo del voto útil y lo del mal menor que predican algunos púlpitos. El mal menor puede evitarse si hay opciones políticas que no sean un mal, y el voto útil, solo es aquel que se corresponde en conciencia con lo que la persona siente y piensa. Voy a votar a Falange Española de las JONS, opción que en si misma no es un mal moral, y que es útil en cuanto que mi voto es coherente con mi fe.

Carlos, yo no sé si podrá usted comulgar, pero la mayoría de la CEE está con el Partido Popular y ya ve...

Desde mi humilde e ignorante punto de vista, sería usted un sacrílego; desde otros puntos de vista, quizás no. Soy humano y humana es mi medida.

El Padre Eterno es el Juez Supremo y Él dirá lo que tenga que decir en su justa medida...

Carlos: obviamente, NO:

El programa del PP es el miedo, sólo ofrece miedo. Votame porque sino va a venir..... El voto del miedo, de los cobardicas de los inseguros, inmorales y con su voto abortos a manos llenas

Hay muchas personas que todavía no se han quitado la idea del mal llamado y obsoleto "mal menor". No hay mal menor, ya es un mal como otro cualquiera votar al PP. Si todos los católicos votásemos en conciencia según nuestra fe, otra cosa habría en el Parlamento. Sí hay un partido que defiende muchos preceptos de la moral Católica y se llama VOX.

El cristianismo supone un mensaje radical, un compromiso. Y en las actuales circunstancia un católico no puede votar y debe abstenerse. No vale la teoría funesta del mal menor, como se defiende en mi parroquia desde el púlpito, para votar una determinada opción política, el PP, un partido de católicos- así se llaman- que legislan contra la vida y la moral católica. No. Es lícito no votar, como es lícito a un médico oponerse a practicar el aborto o a un periodista negarse a mentir, acogiéndose a la cláusula de conciencia. Dicho esto, habrá que plantearse por qué hemos llegado a esta situación. No existe una auténtica opinión pública católica. Tampoco un partido político que, dentro de la legalidad, defienda la doctrina social de la iglesia. Y en ese punto mucha culpa la tenemos todos, empezando por nuestros pastores. Basta con ver ese engendro llamado canal 13 TV, haciendo apología del PP. O la Cope, más de lo mismo. Y lo peor, ese maridaje extraño que han mantenido estos últimos años una gran parte de nuestro episcopado con el Partido Popular, que ha causado, a mí, al menos, escándalo. Si viene la revolución, que venga ya. La persecución nos vendrá bien, porque hemos traicionado el ejemplo de los mártires de la República y de la Guerra Civil. Y así nos van. Murieron por su fe, así lo ha declarado la Iglesia Católica. Y debíamos aprender de ellos y seguir su ejemplo. Ellos eligieron y dijeron sí a la llamada del Señor al martirio. No callaron. Y en estos años ha existido mucho