(Protestante Digital/InfoCatólica) La confirmación llegó por parte del «municipalidad de Naustdal» en Noruega, explica el comunicado. Se ha llegado a un «acuerdo con la familia Bodnariu por el que volverán a casa los 5 hijos de la familia».
«Damos muchas gracias a todos por vuestro amor, apoyo, oraciones y participación activa en la reunificación de esta familia. Que Dios os bendiga ampliamente y os devuelva todo lo que habéis hecho para reunir de nuevo a esta familia».
«Es muy importante para todos nosotros que respetemos la privacidad y la intimidad no interrumpida de la familia en este período mientras los niños se reubican y reintegran en su entorno familiar natural y su hogar», dice el portavoz de la familia, el pastor Cristian Inoescu. «Agradecemos vuestra comprensión y colaboración».
El texto termina citando el versículo de Apocalipsis 7:12: «La alabanza, la gloria, la sabiduría, la acción de gracias, la honra, el poder y la fortaleza son de nuestro Dios por los siglos de los siglos. ¡Amén!».
En un debate sobre el que informó Protestante Digital, el experto psicólogo noruego Einar C. Salvesen había calificado el proceso contra los Bodnariu como un «desastre» que «va en contra de todo sentido común». El abogado rumano Paul Susman también criticó duramente las leyes noruegas.
Hechos
El 16 de noviembre del pasado año, agentes de protección juvenil del gobierno se llevaron a los dos hijos mayores de la familia Bodnariu, se presentaron a su escuela y los sacaron de la clase sin informar a sus padres. Más tarde la policía llegó a casa de la familia Bodnarius y tomaron a dos niños más, dejando a Ruth con su bebé de tres meses de edad, a quien la policía tomó el día siguiente.
Dos días después, los servicios de protección juvenil notificaron a los padres que sus hijos estaban bajo el cuidado de dos familias adoptivas separadas y se estaban «integrando» bien. Según su testimonio, uno de los funcionarios le dijo a Ruth, «los niños ni siquiera los extrañan. ¿Qué clase de padres sois? Marius y Ruth fueron informados más adelante por el Gobierno que eran culpables de «radicalismo cristiano y adoctrinamiento».
Al parecer, la decisión fue instigada por el director de la escuela, que se quejó con los servicios de protección infantil porque los Bodnarius eran «muy cristianos» y su creencia de que Dios castiga el pecado «crea una discapacidad en los niños».