La justicia del estado de Nueva York prohíbe a los médicos practicar la eutanasia

Las leyes contra el suicidio no violan ningún derecho

La justicia del estado de Nueva York prohíbe a los médicos practicar la eutanasia

La Corte de Apelaciones de Manhattan se ha manifestado para dar la razón al Tribunal Supremo de Nueva York, que dictó que los pacientes con enfermedades terminales tienen derecho a rechazar el tratamiento médico pero que los médicos no tienen derecho a ayudarles a morir.

(Actuall/InfoCatólica) De este modo, los jueces dejaron claro a los demandantes que las leyes del estado que prohíben el suicidio asistido no suponen una violación de los derechos civiles.

Esta decisión seguirá siendo apelada en los tribunales por los familiares de varias personas que quieren que se les aplique la eutanasia y que son apoyados por el lobby que quiere aprobar que los médicos puedan matar a sus pacientes.

Colaborar con el suicidio es ser cómplice de homicidio

La sentencia resulta muy importante porque reafirma con contundencia los postulados provida. Y es que aunque el ser humano pudiera disponer libremente de su vida, algo opuesto a la legislación vigente, no tiene derecho a solicitar al Estado y a otros seres humanos, en este caso médicos, a que sean cómplices de un homicidio.

Una de las conclusiones que sirven para rebatir a los proeutanasia es que la cooperación de los médicos en el suicidio de un paciente no se enmarca en la «atención médica» sino que su intervención estaría en las causas que contribuirían a la muerte del enfermo.

El profesor de Filosofía de la Universidad St. Thomas de Houston, Alexander Schimpf, alerta que «el suicidio no es sólo un mal que se comete en ‘solitario’». En su opinión, tal y como recoge UCCR«otros siempre se verán afectados por esta acción y Aristóteles clasificó el suicidio como un crimen contra la sociedad y no sólo contra ellos mismos. El suicidio asistido genera algo aún peor porque además de la persona que muere también habrá un médico que coopera formalmente con esta acción asesina, y que será responsable moral».

 

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2 comentarios

Néstor
Muy buena decisión.

Saludos cordiales.
31/05/16 1:13 PM
JUAN
No puede aprovecharse de la debilidad del enfermo y su indiscutible vulnerabilidad, para adoptar medidas que el mismo no habria admitido. La dignidad humana es compartida por igual por todos los hombres y asegura que esa dignidad no sucumbe al paso de los años ni se degrada por la enfermedad y el proceso de morir. La dignidad humana es invariable: no se disminuye a causa de la enfermedad, el sufrimiento, la malformación o la demencia. Más aún, la adversidad biológica o psíquica puede ser ocasión de ulterior ennoblecimiento: la gran dignidad del hombre se confirma de modo especial en el sufrimiento. El hombre no vive en un paraíso de ecología amistosa. "Convive con el riesgo y la penuria", en un ambiente natural, al cual está expuesto y en el cual se han de integrar "su vulnerabilidad y su fortaleza, su finitud y su dignidad".La Encíclica Evangelium vitae,nos habla de la dignidad del niño aún no nacido y del halo de prestigio y veneración que rodea a la vejez.El precepto ético de no matar al paciente está presente e íntegramente conservado en la ética profesional del médico desde su mismo origen en el Juramento hipocrático. Un análisis comparado de las normas sobre la atención médica al paciente terminal recogidas en los códigos de ética y deontología de 39 asociaciones médicas nacionales de Europa y América, mostró la profunda unidad de la tradición común: se recomiendan los cuidados paliativos de calidad como medida proporcionada a la dignidad del moribundo.
1/06/16 11:12 AM

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