(Asia News) Las protestas se desarrollaron ayer frente a la Oficina para las relaciones con la madre patria de Hong Kong. La manifestación fue organizada por el Instituto cristiano de Hong Kong, por los Cristianos por la sociedad de Hong Kong, por la Christian Social Concern Fellowship y por la Comisión episcopal Justicia y Paz del Territorio. Los participantes gritaron: «respeten la libertad religiosa» mientras que dejaban flores en memoria de aquellos que murieron para afirmar este derecho en China.
El grupo recordó a los presentes que más de dos mil cruces fueron quitadas o demolidas en la sola provincia de Zhejiang desde fines de 2013, cuando se inició la campaña lanzada por el Partido local contra los símbolos religiosos cristianos. Además, los manifestantes han pedido al gobierno central que libere a los pastores y sacerdotes encarcelados por haberse opuesto a dichas demoliciones.
El cardenal Zen declaró estar «preocupado» por la posibilidad de que la campaña pueda alcanzar también a Hong Kong. «La libertad aquí entre nosotros es cada vez menor. Debemos hablar, denunciar cuánto sucede, dado que también nosotros podremos sufrir la campaña anti-cristiana, que se propaga desde la China continental».
Las protestas de Hong Kong llegan un día después del encuentro entre el presidente chino Xi Jinping y una representación del Frente unido (que reúne a todas las realidades sociales «no comunistas» de la China moderna). Durante su intervención, Xi advirtió que los grupos religiosos han de obedecer al Partido: «Deben adherirse al liderazgo del Partido Comunista. Al mismo tiempo, los cuadros comunistas deben ser ateos y marxistas: vosotros sois la guardia contra las infiltraciones de ultramar, contrarias al dominio comunista, que pueden llegar a través de caminos religiosos».